El Periodismo en Salud, constituye una de las ramas de especialización más cultivadas en el periodismo a nivel internacional, la que, se mantiene en constante crecimiento, tal como lo avalan las habituales secciones y suplementos de ciencia y medicina en los distintos medios tradicionales y modernos. Así como, columnas, artículos, noticias, reportajes…, que abordan problemáticas de salud y avances médicos. Bien explicaron los sabios: «la primera riqueza es la salud».
Pero, esta práctica profesional, facilitadora del acceso a información útil, verificada y comprensible, para que la comunidad tome decisiones libres y esté bien informada, como bien precisa la Fundación Periodismo en Salud, cumple esta función desde el buen Periodismo en Salud, que investiga, analiza, contrasta, verifica, informa y reporta sin conflictos de interés.
De igual forma, unifica criterios periodísticos para la producción de contenidos de alta calidad, basados en las metodologías de investigación; los recursos y lenguajes utilizados para informar en salud. Por eso, la capacitación de las y los periodistas para fomentar la producción de informaciones de interés, debe ser permanente.
En ese sentido, en la República Dominicana tenemos desde hace 27 años, al Círculo de Periodistas de la Salud (CIPESA), creado por un equipo de excelsos comunicadores sociales de múltiples medios de comunicación, que se comprometieron a la sazón, y así ha ocurrido hasta la actualidad, a promover la profesionalización de sus colegas y apoyarles en la búsqueda del buen tratamiento de las informaciones de salud, basado en el apego a la ética profesional.
Desde 1995, este grupo de eminentes periodistas, encabezados por el maestro Luis Moreno Cárdenas, la destacada investigadora Doris Pantaleón, Rafael Menoscal Reynoso, Octavio Estrellas, Victoriano Núñez, Osvaldo Soriano, Altagracia Ortiz…, algunos-as que ya no están con nosotros-as en este mundo terrenal, como Raffy Solano y Raphy Durán, pero sus aportes son perennes, porque supieron escuchar las necesidades de la población y accionaron en busca de soluciones en cada historia contada.
Hasta llegar a nuestros días, con el relevo generacional; el importante aporte de Juan Salazar, mediante sus escritos y el libro: «En la piel de la locura». Por solo nombrar algunos-as de los cientos de periodistas que en 27 provincias o seccionales de CIPESA, accionan en todo el país. ¡Encomio a su noble labor!
Es decir, que en casi tres décadas desde CIPESA, con su membresía participante y tenaz, las y los periodistas de la salud han realizado aportes significativos a la población dominicana; fomentando estilos de vida saludables, gracias a la capacitación sistemática en temas de vital importancia para las funciones que realizan. Además, han procurado garantía del derecho fundamental a la salud, seguridad social, educación, entre otros, mediante su trabajo diario, tesonero y honesto, con el que, fortalecen nuestro Estado social y democrático de derecho.
Esto así, porque es función de las y los periodistas que laboran en la fuente, visibilizar la salud, la salud mental: una problemática de salud pública universal, que demanda soluciones desde el ámbito del Periodismo en Salud, la preservación del medioambiente, entre otros temas de igual importancia.
Es decir, fomentar y defender derechos humanos, fundamentales y medioambientales de las personas afectadas, al trabajar abrazado a los más altos estándares éticos y sin conflictos de interés, siempre promoviendo hábitos saludables y calidad de vida en la población, incluso en la enfermedad, como bien apunta El Paciente Colombiano.
Sin lugar a dudas, el periodista de la salud acciona respetando protocolos; mejores prácticas profesionales y laborales en un ejercicio libre de la presión ejercida y nacida de intereses particulares. Sin embargo, el profesional vive importantes desafíos en esta práctica que, aunque se fortalece actualmente, se confrontan limitaciones en cuanto a acceso hacia actores. Además, de la mirada a lo que está ocurriendo actualmente en los medios o redes sociales y sus concretas particularidades.
Asimismo, en cuanto al excesivo énfasis en temas de conflictividad, epidemias; poca atención a la prevención o a la educación para la salud, tal como nos precisa el equipo editorial de Anales Venezolanos de Nutrición. Sin dejar de reiterar las carencias existentes en las condiciones laborales en las distintas empresas periodísticas, y los bajos salarios devengados. ¡Pese a estas limitantes, las y los periodistas, muestran disposición de realizar investigaciones y «su trabajo diario fortalece la democracia!
«Es función de las y los periodistas de salud, identificar temas y problemas relacionados con la salud, teniendo en cuenta el contexto social y la calidad de vida de los públicos específicos; difundir crítica, ética y responsablemente la información, con una perspectiva integral e integradora».
Hoy encomiamos al CIPESA que sus 27 años ha acompañado a la población dominicana y a las autoridades de salud, en la construcción de la cultura de prevención y promoción de la salud; educación, humanización y calidad en los servicios de salud; reducción de problemáticas de salud pública; autocuidado o automanejo de la salud y en las decisiones compartidas en la búsqueda de soluciones a necesidades colectivas. Honor a quien honor merece: «El buen periodismo, lo sabemos, no lo hacen ni los pasivos ni los resignados».
Hasta la próxima entrega.
santosemili@gmail.com
(La autora es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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