Guillermo Azábal
Los Ángeles (EE.UU.), 24 ago (EFE).- Dos décadas después de que el reguetón saliera de Puerto Rico para convertirse en un fenómeno mundial, el género mantiene una suerte de regla no escrita que sigue aplicándose y que la cantante Paopao quiere enterrar ahora: está dominado por hombres procedentes de barrios bajos latinoamericanos.
De Buenos Aires (Argentina) a Santo Domingo (República Dominicana) pasando por Medellín (Colombia), la mayoría de artistas que han destacado en este registro han tenido en común que crecieron en vecindarios populares y encontraron en el reguetón una forma de cambiar el devenir de sus vidas cuando la necesidad apretaba.
Sin embargo, Paola Nicole Marrero (Bayamón, Puerto Rico, 1995), artísticamente conocida como Paopao, trazó el camino inverso para acceder a la codiciada industria de este género, que continúa acumulando decenas de millones de oyentes, sobre todo, en América y España.
«Pensaba que yo no podía ser artista urbana porque no venía de ‘abajo’, pero cambié de mentalidad y lo logré», reconoció la artista puertorriqueña en una entrevista con Efe después del estreno de su primer EP en solitario, titulado ‘Diamantes y espinas’.
Paopao se mudó a Florida (Estados Unidos) para graduarse en escritura y producción de medios e incluso estudió una maestría sobre Negocios Musicales en la Escuela Frost de la Universidad de Miami.
«En la universidad tumbaron mis sueños de ser artista porque los profesores que tuve no lo habían conseguido, así que me gradué y no sabía qué hacer», relató Paopao, quien ejerció distintos roles en la industria musical antes de hacerse, entre otros premios, con un Grammy Latino por la canción «Ticket de salida».
«LA JERGA BORICUA ESTABA EN TODOS LADOS, PERO NO HABÍA NINGUNA MUJER»
Sin embargo, no es el único obstáculo y estereotipo que la, por ahora breve, trayectoria de Paopao está destinada a superar.
Y es que la joven, junto a otras colegas puertorriqueñas que ya cuentan con gran repercusión, se ha revelado como una de las principales figuras que pretende liderar el despegue de las artistas femeninas en la música urbana de Puerto Rico en particular, y de este género en español en general.
«La jerga boricua estaba en todos lados, pero no había ninguna mujer como exponente del reguetón de Puerto Rico», explicó Paopao para, a continuación, citar a un ramillete de colegas puertorriqueñas cuya música está teniendo una gran acogida actualmente.
Tomando como referencia a la icónica Ivy Queen, además de Paopao, hay cantantes como Young Miko o Villano Antillano, entre muchas otras, que están decididas a modificar el curso de los acontecimientos en la música urbana en español.
Paopao detalló que le llevó «un tiempo» entender cuál era su voz y qué quería transmitir con su música para que «todas las mujeres se vieran representadas».
«LAS DISQUERAS BUSCABAN ESTEREOTIPOS DEL EMPODERAMIENTO»
«Las disqueras buscaban estereotipos y fórmulas del empoderamiento femenino. Eran sesiones escritas por hombres en las que se metía a mujeres por el hecho de poder decir que se había contado con una mujer», reveló la artista.
«Qué bueno el empoderamiento, pero qué mal cómo lo estaban llevando a cabo. Era como si hubiera una lista de conceptos o palabras que estaban de moda: ‘Yo pago lo mío. (…) no te necesito», especificó.
La autora de «Diamantes y espinas» se mostró satisfecha por cómo va evolucionado el género porque también había mujeres que buscaban su rol en otras canciones «más de discoteca o para perrear».
Las artistas del género urbano en español están dando cobertura ahora con su música a un número más amplio de mujeres, teniendo en cuenta también a otros grupos minoritarios.
Es el caso de la cantante trans puertorriqueña Villano Antillano, catapultada al estrellato tras su éxito con el famoso productor argentino Bizarrap, o la española Ptazeta, cuyas letras con contenido romántico o sexual van dirigidas a otras mujeres.
Las canciones de estas jóvenes cuentan sus visitas por millones y, en el caso de Paopao, su nuevo trabajo de siete temas ha tenido tan buena acogida que el propio Bad Bunny reaccionó positivamente a la canción «Algo así».
«Es increíble que se le dé apoyo a un proyecto musical tan diferente», afirmó la puertorriqueña, porque si algún adjetivo se amolda bien a «Diamantes y espinas», ése es «diferente».
Cortes en la pista, mezcla de sonidos alternativos, melodías ‘tecno’, reguetón para bailar en discotecas, registros entonados y letras más profundas se dan cita en este nuevo trabajo que pretende marca un antes y un después en la carrera de Paopao y en el peso de las mujeres puertorriqueñas en la música urbana en español.
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