Santo Domingo (República Dominicana).- El padre Keiter de Jesús Luciano Alcántara criticó este viernes el sistema de justicia dominicano al sostener que los procesos legales son garantistas para quienes cometen actos de corrupción, pero es duro para quienes no tienen los suficientes recursos para costear los gastos de los procesos.
Al iniciar la primera intervención en el Sermón de las Siete Palabras, Luciano Alcántara, imploró a Dios, en nombre de Jesucristo, que perdones a las autoridades judiciales por mantener un sistema de justicia “garantista”, sólo para unos pocos, en tanto que, una parte de la sociedad no cuenta con esa misma garantía.
“Padre, Perdónalos porque no saben lo que hacen (Lc 23,34)”, fue el texto sagrado que leyó el padre Luciano Alcántara, quien manifestó que, “los dominicanos ameritan una nueva ley de seguridad social, mientras que, las autoridades judiciales, prefieren perder el tiempo al introducir proyectos de leyes para entretener con show mediáticos, y congraciándose con aquellos que se benefician de estas”, expresó.
Luciano Alcántara también pidió perdón por aquellos que se hacen ciegos ante los maltratos e injusticia de los migrantes, haciendo silencio, y partícipes, “los cuales hablan de la identidad de pueblo cristiano.
El párroco de la Parroquia San Juan Bautista, de Mata San Juan, Villa Mella, pidió perdón “por quienes ocupan posición de poder, y prefieren mirar a su prójimo como simples asalariados, a quienes están dispuestos a sacrificar por su propio beneficio”.
También pidió a Dios que perdones aquellos que pueden pagar abogados de renombres, y prefieren socavar el sistema judicial en pro de sus beneficios personales.
“Son los mismos que, hacen de la justicia un instrumento de ventaja, pidiendo respecto al debido proceso cuando se les descubren que están involucrados en delitos o crímenes de cuello blanco, y piden manos dura para aquellos que cometen fechorías en los barrios y callejeros”, manifestó.
Por su lado, el padre Gregorio Santana, al exponer en el Sermón de las 7 Palabras, condenó el sistema carcelario del país, el cual consideró atraviesa su peor momento. “Aunque lastimosamente hay desalmados que piensan que debe ser así, nuestras cárceles son la antesala del infierno, como dice la canción, un cementerio de hombres vivos (Grupo Niche)”.
Santana expuso que “los presos pagan hasta por el derecho de ir al baño y por una maldita goleta para dormir por turnos y a los condenados y no condenados en las cárceles dominicanas se les pega fuego”, y exhortó a las autoridades a recapacitar sobre las condiciones en que están los centros de reclusión. “Llenas de guiñapos humanos, enfermos terminales y mentales”.
En cuanto al permanente “crecimiento económico” que ha vivido el país en los últimos 50 años, el sacerdote precisó que no ha sido distribuido equitativamente y no ha servido para mejorar la educación que reciben los más pobres.
“Nuestro sistema educativo es pésimo, caro e impresentable. La luz del saber no está por esos lados. Los grandes problemas de nuestras gentes están conectados con la educación deficiente que se recibe”. “El presupuesto de Educación está secuestrado por los negociantes, y las universidades no están aportando lo suficiente para ser bujía del cambio que necesita la nación”, declaró Santana.
Asimismo, criticó el Sistema de Seguridad Social al que calificó como una estafa burda con el apoyo del Estado y de la Ley, que niega derechos y beneficia a otros. “La Iglesia no puede ser una colecturía, una sección de migración o de aduanas, una fiscalía, un fans club, un grupo de amigos y amigas, estamos llamados a ser la puerta del paraíso, un espacio luminoso que visualice las realidades divinas que nos esperan a cuenta de cómo vivimos en esta tierra”.
En tanto, Sor Trinidad Ayala, coordinadora de la Pastoral de la Salud de la Arquidiócesis de Santo Domingo, al leer la cuarta palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?; Sor Trinidad Ayala, expresó que lo más preocupante es “la tristeza de un padre o una madre desempleada y con hijos que no tiene cuñas para conseguir trabajo y se sienten como Jesús, abandonado en el calvario, viendo como se le pasan los días acumulando deudas, sin saber en qué terminará su suplicio”.
Trinidad Ayala criticó la indiferencia de los políticos corruptos que solo se enriquecen con los bienes del pueblo y cada cuatro años «nos venden esperanzas» de cambios; los cuales se quedan en promesas.
Mientras, en la reflexión de la quinta palabra “Tengo sed”, del Sermón de las Siete Palabras, pronunciada por el diácono de la Parroquia San José de Calasanz, Ángel Cano Sención, dijo que “vemos la situación de nuestro hermano pueblo de Haití, sometido al desgarre social y político que generan las ambiciones incentivadas. Son tiempos que demandan una respuesta solidaria y valiente, que respete la libertad y soberanía de nuestros países, que procure explicitar auténticamente y con firmeza los reales propósitos y agendas globales, regionales y como país”.
Por su lado, el Diacono Permanente Blas Bonilla Morfe, durante el Sermón de las siete palabras, mencionó las desigualdades sociales, inseguridad ciudadana, alto costo de la vida y desempleo como los principales problemas que vive actualmente la sociedad dominicana.
Bonilla Morfe, al citar la sexta palabra “Todo está consumado”, dijo que estas son realidades difíciles por los que atraviesa día a día el país y que hacen a los ciudadanos sentirse impotentes, y llamó a la sociedad a no perder las esperanzas en que las cosas pueden mejorar y solicitó orar por esas realidades.
El religioso llamó a los funcionarios públicos a preguntarse si consideran que “todo está consumado” en las misiones que desde sus puestos tienen con la sociedad.
“Tú, empleado público, ministros del gobierno, militares, senadores y diputados ¿pueden decir a Jesús, misión cumplida?. Señor Presidente de nuestro país, usted puede decir a Jesús ¿misión cumplida?”, preguntó Bonilla Morfe.
“Si respondemos afirmativamente a estas preguntas, nuestro Señor Jesús estará gozoso de que nosotros estemos cumpliendo con la misión encomendada”, manifestó.
Al leer la séptima palabra: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”, la doctora Ángela López, expresó que el miedo a las enfermedades como el coronavirus, los desastres naturales la inseguridad ciudadana, la violencia intrafamiliar, la política mal entendida y ejercida y la alarmante frecuencia de los abusos sexuales a menores, son tan solo algunas de las problemáticas que hoy en día mantienen a la sociedad viviendo en “profundo miedo y ansiedad”.
López señaló que con el paso de los años se le ha comenzado a tener cada vez más miedo al fracaso y a la muerte y ha aumentado la inseguridad y la desconfianza en los demás, al tiempo que invitó a poner en manos de Dios todo lo que en la actualidad “duele y preocupa”.
“Pongamos en sus manos la inseguridad ciudadana, la crisis climática, los niños y niñas abusados sexualmente, las mujeres maltratadas y asesinadas, las victimas del fuego de Salcedo, y de La Victoria, las elecciones de mayo, la política mal entendida y ejercida, los mercaderes de la política que nos están prometiendo un paraíso; y los que nos quieren hacer creer que ya vivimos en él. También pongamos en sus manos los países en guerra, la Iglesia universal y nuestra iglesia dominicana”, indicó.