Santo Domingo (República Dominicana).- El Programa Acción Comunitaria por el Medio Ambiente (PACMA) se manifestó en la avenida Francisco Alberto Caamaño en demanda del traslado de la barcaza eléctrica Estrella del Mar II fuera del río Ozama así como impedir la puesta en marcha de la nueva planta Estrella del Mar III, que en breve llegará al país.
La organización que lucha por la comunidad y su entorno natural, exige a las autoridades dominicanas acciones inmediatas por la amenaza que representan para la supervivencia del río que divide al Distrito Nacional de Santo Domingo Este y Norte y su entorno natural.
De acuerdo con la organización, las generadoras ponen en peligro los planes de progreso y desarrollo de la zona, tal como prometió el presidente Abinader a los residentes de esta área de Santo Domingo.
El presidente de PACMA, Isaías Lara, denunció que “decenas de moradores de las comunidades se han quejado por la afectación de las emanaciones del humo que van directamente a las casas de los moradores de la zona”.
La entidad alerta de las sistemáticas violaciones ambientales de la barcaza Estrella del Mar II, al incumplir varias disposiciones de la Ley No. 64-00 por los riesgos potenciales de contaminación que representa, como el trasiego de combustibles, y el deterioro y menoscabo, como consecuencia de la alteración y contaminación, de las aguas que fluyen por el río Ozama.
Sobre los riesgos de contaminación del río, PACMA desmiente las declaraciones de la empresa propietaria la barcaza, Seabord Transcontinental, cuando afirma que en su operación no se altera la temperatura ni la calidad de las aguas del río.
En este sentido, PAMCA denuncia la captura de agua a los fines de enfriamiento y su posterior vertido a temperaturas más altas, lo que constituye claramente un riesgo potencial de orden térmico en los términos que prevé la Ley No. 64-00.
Alerta a las autoridades del peligro sónico provocado por el funcionamiento de la barcaza, que en ocasiones llega a provocar ondas vibratorias con el consiguiente peligro para la salud y bienestar de los residentes en la zona limítrofe a la planta eléctrica.
A ello se añade la gran humarada contaminante que despliegan las chimeneas de las plantas instaladas, expresa PACMA.
“PACMA alza la voz contra los peligros aún mayores que representaría una nueva barcaza para el río, su entorno y la Ciudad Colonial. El funcionamiento al unísono de ambas plantas, posibilidad real como ha reconocido la propia empresa, agravaría una situación ya de por sí insostenible y acabaría de echar por tierra la recuperación ambiental del Ozama y su hábitat”, expresa.
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