San Juan, 9 nov (INS).- El portavoz de la Unión Internacional de Trabajadores de la Construcción de Norte América (LiUNA), Edison Severino, manifestó hoy que la escasez de mano de obra para la construcción se debe, en gran parte, “a los salarios de miseria que se pagan en dicha industria en la isla, o cual ha causado una emigración masiva de trabajadores diestros a los estados”.
“En lugar de crear miles de carreras y desarrollar la mano de obra local, los contratistas quieren importar obreros de México, Colombia, y República Dominicana. Esta visión desaprovecha la oportunidad de cambiar de manera drástica la baja participación laboral de la isla, que es solo del 41%, colocando a Puerto Rico por debajo de Iraq y apenas por encima de la devastada Siria”, sostuvo el sindicalista.
Además, aseguró que con la medida “se impactaría negativamente la economía local ya que los obreros de la construcción que se traigan del extranjero ahorrarían sus ganancias para enviarlas de regreso a sus países de origen; por el contrario los trabajadores locales, con un salario digno, gastarían su dinero aquí, estimulando así la economía de nuestras comunidades, y creando así condiciones favorables para un robusto desarrollo económico”.
Del mismo modo, Severino enfatizó en que desaprovechar la oportunidad histórica que proveen los más de 50 mil millones de dólares en fondos federales para la reconstrucción de Puerto Rico “sería nefasto para el futuro de la Isla, al no crear una mano de obra local resiliente y una economía pujante basada en el la productividad, y no en la dependencia”.
“Los representantes laborales hemos propuesto una escala salarial para los proyectos de reconstrucción que atraería la mano de obra necesaria, aprovechando el 61% de personas en edad laboral que no participan del mercado de trabajo, trabajan en la economía informal, y de los trabajadores de construcción que han emigrado a los estados en busca de mejor paga. También hemos propuesto programas de capacitación sin costo, para estos nuevos trabajadores”, añadió.
Opinó que “la escasez de mano de obra en la construcción no es causada únicamente por la pandemia. Más bien, se debe, en gran parte, a los salarios de pobreza que tradicionalmente se pagan en el país, causando el éxodo, fomentando la informalidad y la baja participación laboral en la Isla. Que los contratistas y desarrolladores hayan creado el panorama actual, y ahora pretendan que el Gobierno los favorezca en detrimento del bienestar del país, es simplemente inaceptable”. INS
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