Por Rafael Santiago Medina
San Juan, Puerto Rico (INS).-Un hecho que comienza a revelarse es que pandemias como las del Covid-19 únicamente las pueden controlar gobiernos autoritarios que se han dispuesto a hacerlo. O mediante la concomitancia de poblaciones de países de gente sumamente disciplinada.
El más evidente de los hechos estriba en el caso de China. En su ciudad de Wuhan fue donde comenzó la pandemia del Covid-19 que fue esparciéndose por el mundo. Empero, gracias a un gobierno autoritario y de economía planificada como el chino ha podido controlar de manera sorprendente.
Estados Unidos, India, Brasil, Reino Unido, España, Italia y Francia con sus gobiernos liberales y muy proclives a favorecer al empresarismo y el comercio han sido países en los cuales la pandemia se ha salido de control.
Rusia, en su bamboleo e hibridez entre control planificador, autoritarismo, unas veces y para algunas cosas, y liberalismo capitalista para otras y en ciertas ocasiones y sus reminiscencias ya lejanas de un pasado socialista de estructuración social, está en en una situación intermedia entre crisis pandémica y control sanitario que más o menos ha impedido que los contagios de Covid-19 comiencen a desbordarse. Veremos ahora lo que sucede con la vacunación masiva voluntaria de su inoculación inyectable Sputnik V que comienza la semana entrante.
Parece ser que sin el agarre de una mano autoritaria, pero honesta, diligente y eficiente del gobierno, no parece haber manera de controlar la pandemia de Covid-19 que abate a la inmensa mayoría de los pueblos del mundo, hasta que el poder de la biotecnología de una vacuna eficaz ataje el avance del virus.
Estados Unidos, con su democracia y liberalidad pro empresarial y del libre comercio encara más de 14 millones de contagios de Covid-19 y 274 mil muertes por la enfermedad viral, en tanto que China, con su gobierno autoritario y de planificación centralizada de la economía tiene tan sólo 86,567 casos de infecciones con 4,634 muertes, siendo su población aproximadamente cuatro veces mayor que la de Estados Unidos.
En una situación de emergencia como la pandemia actual del Covid-19, no se es menos democrático y respetuoso de la libertad imponiendo controles sanitarios en la sociedad, sin mediatizaciones a los intereses económicos, que sufrirán momentáneamente con las restricciones impuestas, pero al final será la salud del pueblo la que prevalecerá. Y eso, definitivamente, redunda en salud económica a la larga. INS
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