P-au-P, Haití (AlterPresse).- La escasez de combustible y agua potable amenaza a los servicios médicos y a sus pacientes, incluidos los gestionados por Médecins sans frontières (Msf), organización de alerta, en un comunicado de prensa que se dio a conocer a la agencia online AlterPresse.
“Se esperan otros cierres de establecimientos, si continúa la escasez de combustible”, advierte la organización Msf.
Msf cita el hospital de traumatismos y quemaduras de Tabarre (uno de los municipios al noreste de la capital, Puerto Príncipe), que se vio obligado, la semana pasada, a reducir sus actividades médicas y dejar de atender más que las emergencias que amenazan la vida.
Las autoridades estatales son impotentes para combatir las bandas criminales, que bloquean el acceso a las terminales de distribución de combustible en la capital, provocando escasez de combustible en el mercado local.
La organización Msf teme una escasez de combustible, dentro de tres semanas (finales de noviembre – principios de diciembre de 2021), en los generadores de su hospital en Tabarre y su centro de emergencia en Turgeau.
El generador en el centro de emergencia de MSF en la gran ciudad de Cité Soleil (municipio del norte) se quedará sin combustible en dos semanas y media, continuó.
Msf informa que, a pesar de todo, ha procedido a reducir su consumo energético mediante medidas de emergencia.
“Prácticamente todos los establecimientos de salud públicos y privados en Puerto Príncipe han suspendido nuevas admisiones o las han limitado a emergencias que ponen en peligro la vida; algunos todavía simplemente se han visto obligados a cerrar sus puertas”.
Los miembros del personal ya no cuentan con los medios de transporte para llegar al hospital y asegurar allí su guardia, y los pacientes podrían retrasar su recurso a la atención, debido a las dificultades encontradas en la ciudad, continúa Msf.
El problema de los combustibles no deja de tener consecuencias para otros bienes y servicios esenciales, incluidos los precios de los alimentos, que han aumentado considerablemente, y el suministro de agua, que está amenazado, señala Médicos sin Fronteras.
Para paliar la dependencia del combustible, la organización médica indica que está instalando paneles solares en el hospital de Tabarre.
“Las instalaciones médicas, los pacientes y el público necesitan agua potable. Si ya no hay un suministro de agua potable en estas áreas, probablemente enfrentaremos un aumento de las enfermedades transmitidas por el agua y surgirán otras necesidades médicas urgentes, ya que las instalaciones médicas están amenazadas con el cierre completo”, advierte el coordinador médico de Msf, Jean-Gilbert.
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