En vísperas de la Semana de Vacunación en las Américas, los países tienen que tomar medidas de seguridad innovadoras para fortalecer la vacunación contra la gripe y el sarampión, y evitar la carga añadida que suponen las enfermedades prevenibles mediante vacunación.
Washington, D.C. (OPS/OMS).- Los países deben fortalecer la vacunación contra la gripe estacional y el sarampión para prevenir cuadros respiratorios y brotes de enfermedades prevenibles mediante vacunación durante la pandemia de COVID-19, indican expertos de la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS).
Estas recomendaciones se ponen de relieve en la víspera de la 18.a Semana de Vacunación en las Américas, que se celebrará del 25 de abril al 2 de mayo con el lema “Ama. Confía. Protege. #Vacúnate”. Desde el 2003, más de 806 millones de personas de todas las edades se han vacunado contra una amplia gama de enfermedades peligrosas gracias a esta iniciativa regional que promueve la OPS.
“Las vacunas salvan vidas y deben mantenerse incluso durante la pandemia de COVID-19. Las personas más vulnerables no deben sufrir las consecuencias de no recibir las vacunas que necesitan”, dijo la Directora de la OPS, doctora Carissa F. Etienne. “Felicito a los países de la región que ya han adaptado sus campañas a esta ‘nueva realidad’ y que están haciendo grandes esfuerzos para seguir con la vacunación de una manera segura.”
La vacunación para prevenir un cuadro respiratorio grave por la gripe y para frenar los brotes de sarampión es fundamental si se quiere proteger a las personas y ayudar a los sistemas de salud para que se centren en la respuesta a la COVID-19. Unos 17 países del continente han informado que están usando la plataforma de la Semana de Vacunación en las Américas para vacunar contra la gripe y otros 17 tienen previsto vacunar contra el sarampión.
En la actualidad, tres países del continente —Argentina, Brasil y México— están combatiendo brotes de sarampión al mismo tiempo que deben abordar los casos de COVID-19. La OPS ha recomendado que los prestadores de atención primaria de salud vacunen contra el sarampión sin dejar de tomar las medidas necesarias para proteger a las comunidades y los trabajadores de salud de la COVID-19.
Los trabajadores de salud son los héroes de la vacunación
La vacunación continúa siendo un servicio esencial que debe seguir manteniendo sanas a las personas y reducir la carga en los servicios de salud para que puedan responder de manera más eficaz a la COVID-19.
“La vacunación es clave no solo para nuestras comunidades, sino también para nuestros trabajadores de salud”, señaló Cuauhtémoc Ruiz Matus, jefe de la unidad de la OPS de Inmunización Integral de la Familia.
Los vacunamos para protegerlos y para protegernos a nosotros mismos.”
Agregó que este año es recomendable hacer énfasis en la vacunación antigripal para proteger a los grupos vulnerables, en vista de la proximidad del invierno en América del Sur y el contexto de la pandemia de COVID 19.
Nuevos enfoques en la vacunación
Muchos países han adoptado soluciones creativas para seguir vacunando a los grupos poblacionales en riesgo y hacerlo de manera segura durante la pandemia. Brasil ha establecido la meta de vacunar contra la gripe a más de 60 millones de personas de alto riesgo —personas con trastornos subyacentes, embarazadas, niños, trabajadores de salud y personas mayores— y está trabajando para alcanzar esta meta al vacunar a las personas mayores fuera de los centros de salud para que pueden evitar el contacto con personas enfermas.
El país ha instalado puestos de vacunación en las escuelas, que están vacías por la COVID 19, así como en supermercados y farmacias. Además, hay sitios donde es posible vacunarse sin bajarse del auto y las personas que no pueden salir por motivos de salud tienen la posibilidad de vacunarse en casa. Los puestos de vacunación tienen un horario extendido, para evitar aglomeraciones. Además de la vacuna contra la gripe, Brasil está vacunando contra el sarampión y la fiebre amarilla en los municipios donde están circulando esas enfermedades.
El Salvador ha instalado puestos para la vacunación antigripal en los bancos, pues las personas mayores a menudo acuden a las instituciones bancarias a retirar las prestaciones del gobierno, así como en las residencias para personas mayores. El país también se ha centrado en las embarazadas.
En Chile —donde ya se han vacunado a unos 2 millones de personas mayores de 65 años— también hay sitios donde es posible vacunarse sin bajarse del automóvil. Bolivia está enviando brigadas de vacunación a residencias para personas mayores y cárceles a fin de vacunar a los grupos vulnerables, y ha instalado puestos de vacunación en los bancos. Argentina, Colombia y Paraguay también están vacunando contra la gripe a los grupos de alto riesgo; Paraguay ha instalado tiendas de campaña afuera de los centros de salud para separar a las personas que quieren vacunarse de los pacientes enfermos.
Además, los países han incluido mensajes relacionados con la prevención de la COVID-19 como parte de sus campañas de la Semana de Vacunación, como los que ponen de relieve la importancia de lavarse las manos correctamente y de seguir las prácticas de higiene respiratoria, y desmienten mitos e información incorrecta acerca de la enfermedad, entre otros.
Este año, el distanciamiento físico también está afectando las campañas de la Semana de Vacunación, que generalmente incluyen actividades comunitarias como ferias de salud y desfiles. Siguiendo la recomendación de la OPS de organizar el comienzo de la campaña de manera virtual como una manera segura de celebrar la vacunación, en Paraguay se realizó recientemente la ceremonia de comienzo simbólico de la campaña con el Presidente y el Ministro de Salud, que se transmitió por las redes sociales.
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