¿Deberíamos tener un límite en nuestra libertad de hacer?
Cuando el mundo tenga un pan en cada mesa y cada mesa tenga un techo y cada techo no deje desamparado a ningún habitante del planeta, entonces, seremos ilimitados en hacer riqueza.
El capitalismo es, posiblemente, lo más cercano al instinto humano. Tenemos una angurria que supera en mucho al porcentaje «que dice no tenerla».
Es natural que se procure el bienestar, es parte intrínseca de la condición humana. Desde el mismo principio del hombre en las cavernas se ha «negociado» la mejor cueva…así fue, a palo limpio…
En un mundo «civilizado» en donde logramos fabricar nuestros refugios y desatendernos del abrigo de las cavernas, gracias a la manipulación de los materiales, es prácticamente inadmisible que haya un solo ser humano en estado de pobreza.
Con 7 mil millones de habitantes, se dice, que más de 700 millones viven con menos de dos dólares al día. 1,600 millones con menos de 4 dólares, lo que es un chiste comparado con los de dos, y otros 3 mil milloncitos con menos de 6…cierto que es un chiste?.
Imagínense, si seguimos calculando esto así, podríamos asumir, de acuerdo «a la exponencialidad» que, 5,800 millones viven con menos de ¡diez! dólares al día…
Si sumamos «estas cifras» veremos que, nos pasamos de habitantes, 11,100 millones. Unos 4 mil millones más flotando por ahí…
El banco mundial, define la pobreza como; «la imposibilidad» de alcanzar un nivel de vida ¡mínimo!, como yo, en salud, agua potable y educación. Y agrega: toda «restricción» económica, impide «el vivir una vida»… satisfactoria…
Con más de 200 mil millones Elon Musk, otros 184 mil Jeff Bezos y unos 140 mil Bill Gates (524 mil millones) se les podrían dar…75 dólares a cada habitante del planeta… ¡por un solo día!. O siete dólares durante 10 días… o sea, que en nada contribuiría el quitarles el dinero a esos señores.
Lo que si resulta aberrante es que «permitamos» que una sola persona, de este planeta tan aún atrasado, pueda acumular tanto dinero y «disponer» a su antojo de este.
¿Deberíamos tener leyes limitantes ante tales abismales diferencias? ¿podemos «aguantar» el limitarnos esa libertad? ¿sería sensato un capitalismo no atropellante?.
Si en los Estados Unidos, país en donde resido, veo que aun los que tienen techo, agua y comida, sufren mensualmente para cubrir sus necesidades básicas, haciendo toda clase de morisquetas para lograrlo ¿qué esperanza tienen los que no viven aquí?.
Y no es que sea este el país de las maravillas, pero si es un lugar muy deseado por una amplia mayoría de esos pobres del mundo, que en ocasiones se pasan décadas reuniendo los centavos para «intentar» llegar aquí…
Yo sé que no es asunto ni responsabilidad de esos millonarios «el velar» por los desposeídos, ni siquiera podrían pararse en una esquina a repartir sus fortunas porque al otro día el mundo continuaría jodido como esta y ellos pasarían a engrosar el porcentaje de los pobres. Además, que gracias a los trabajos que ellos generan, muchos no son pobres, si esclavos…
Pero, ¿es sensible el tener tal cantidad de dinero acumulado que ¡nunca! podrán usar ni doscientas generaciones de ellos, ante tanta gente necesitada?.
¿Es decente este juego del goloso y de la muerte?.
En la China actual, se está promoviendo el concepto de «prosperidad compartida» se le está exigiendo a sus millonarios que donen miles de millones a organizaciones benéficas.
El mismo gobierno ha reconocido que han concentrado sus gastos, en el pasado, principalmente en las grandes ciudades y escuelas de elites y universidades entre otras. Ahora se enfocarán más en ascender a esas clases a un nivel medio alto.
Esa debería ser la solidaridad humana en la actualidad. El talentoso y dichoso no debe ser egoísta y si altruista. Si todos gozamos de cierta riqueza el instinto humano por sobrevivir se «des-nimalaría» bastante permitiéndonos a todos vivir en paz y alejados de los malos hábitos.
Un mundo decente y afectivo siempre será mejor que otro cargado de una obscenidad insensible. ¡Salud!. Mínimus Camineiros…suena más fino ¿cierto?…sssuuu.
massmaximo@hotmail.com
(El autor es artista plástico dominicano residente en West Palm Beach).
Comentarios sobre post