Santo Domingo (República Dominicana).- La Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), en su Mensaje emitido con motivo del 180 aniversario de la Independencia Nacional, reafirmó que participar en las elecciones es un deber y un derecho moral y cívico, así como apoyar propuestas que fomenten una verdadera agenda nacional.
En el documento titulado «Tiempos de esperanza y responsabilidad», la Iglesia en la República Dominicana denuncia la práctica de algunos políticos de considerar a ciudadanos en situación de marginación como «medios para alcanzar y mantener el poder»; al tiempo que rechaza la corrupción manifestada en la «compra y venta de cédulas, una práctica deleznable que evade responsabilidades y permanece impune».
El Episcopado reitera que la Junta Central Electoral (JCE) «merece nuestro respaldo y el apoyo de todos los dominicanos»; asimismo, exhorta prevenir las «dolorosas experiencias» de anteriores procesos electorales conflictivos que han perturbado el orden político, social y económico, así como la paz y progreso del país.
Al referirse a los candidatos, los religiosos animan a evitar las campañas sucias, basadas en la intriga y la calumnia, así como el derroche de recursos, ya que «el uso excesivo de publicidad pudiera reflejar debilidad y desesperación de los aspirantes a cargos públicos que buscan ganar atención más por ruido que por méritos propios o la calidad de sus programas».
En ese mismo orden, los obispos en su mensaje explican que se requieren candidatos líderes, con sobriedad, educación, sensatez, capacidad de gobernar, autenticidad y transparencia; así como, candidatos creíbles que planifiquen, aúnen esfuerzos de los sectores público y privado, motiven la participación ciudadana, para ejecutar proyectos que promuevan el desarrollo de todas las provincias.
Sobre los retos para las próximas autoridades, los prelados señalan la necesidad de fortalecer la familia, facilitando el acceso a viviendas dignas con servicios básicos; el respeto a la vida en todas las situaciones y etapas de su desarrollo; mayor atención a la salud, incluida la salud mental; y fortalecer el Consejo Nacional de Educación para definir políticas educativas sostenibles.