Por Araceli Aguilar Salgado
«Cuando las mujeres tienen poder, mejorar inmensamente las vidas de todos los que están a su alrededor». Príncipe Enrique de Inglaterra.
En el marco de la conmemoración del Día de las madres hacemos un homenaje a todas ellas que por decisión propia han decidido dedicarse a sus hogares y a la crianza de hijas e hijos.
Y eso es motivo de empoderamiento y reconocimiento a la mujer a todas las madres del mundo.
La Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, en su quinto objetivo, establece la meta de conseguir la igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas.
A pesar de que sólo restan siete años para alcanzar este propósito
El empoderamiento femenino es en realidad un escenario multifactorial; cuando se habla de ello, uno de los principales errores es considerar que la mujer como individuo es responsable de su empoderamiento y autonomía, se suele pensar que es una cuestión meramente de voluntad y que ella decide, sin embargo, es un tema estructural.
Por lo que el empoderamiento femenino se ha extendido en los últimos años en muchos mismo que ha estado presente a lo largo de la historia, representada por todas esas mujeres que se enfrentaron a los cánones establecidos y lucharon por la igualdad efectiva, el término en sí es relativamente reciente.
De hecho, se adoptó en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer que se celebró en Pekín en 1995 con el compromiso de los países de impulsar un cambio a favor de los derechos de las mujeres.
Empoderar significa «dar a alguien autoridad, influencia o conocimiento para hacer algo». Por tanto, el empoderamiento femenino representa esa toma de conciencia, tanto a nivel individual como colectivo, de que las mujeres tienen esa capacidad de ser dueñas de sus propias acciones, de tomar acciones y, en definitiva, de liderar su vida ya que:
Desarrollan su propio estilo de liderazgo. Ser una mujer empoderada no significa repetir los patrones de liderazgo tradicionalmente masculinos, sino que estas profesionales son capaces de encontrar su propia forma de inspirar y motivar al resto.
Saben comunicar. Dentro de las habilidades de liderazgo del empoderamiento femenino, destacan la comunicación, la negociación y la persuasión. La mujer empoderada es capaz de transmitir su mensaje y hacerse entender.
Son influyentes. La mujer empoderada influye en su entorno. No solo cuenta con las aptitudes profesionales para diseñar su propio camino, sino también con la actitud necesaria para contagiar su empoderamiento a todos los niveles y convertirse en un referente.
Apuestan por la innovación. Para conseguir este respaldo, la mujer empoderada asume la responsabilidad de crear un cambio, de salir del rol tradicional que la sociedad le ha asignado y explorar caminos innovadores, tanto en su forma de actuar como en sus proyectos laborales.
Promueven el empoderamiento femenino. Al ser consciente de las vicisitudes y obstáculos a los que se enfrentan muchas mujeres trabajadoras, la mujer empoderada no busca competir o compararse con otras, sino que lucha por eliminar esas barreras e invita a otras mujeres a seguir su estela
Una mujer segura de sí misma se viste de fuerza y dignidad.
(Araceli Aguilar Salgado Periodista, Abogada, Ingeniera, Escritora, presidenta del Congreso Hispanoamericano de Prensa en México, Analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero, México).
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