En este inicio de abril -mes de la principal gesta democrática, anticolonial y antiimperialista del siglo XX- contamos con la destacada visita de la señora Wendy Sherman. Una señora muy fina y muy inteligente, yo diría imperialmente y ofensivamente fina e inteligente, capaz de respetar una soberanía dominicana inexistente.
Escoger abril no fue accidental: es un mes apropiado para ofender, en tanto hace 58 años, con el desembarco de los marines estadounidenses, arrancó la contrarrevolución imperialista, que todavía aplasta la autodeterminación de esta hermosa isla y ha empobrecido su pueblo y su patrimonio natural, en perjuicio de su manera de vivir y de pensar.
Con la gobernación del PRM-Abinader- -bendecida primero por Trump y Pompeo y luego por Biden- el coloniaje neoconservador ha entrado en fase de alta intensidad, en la que abundan acuerdos y enlaces con el comando Sur del Pentágono, Usaid, Banco Mundial-FMI, TLC, Apps, y fideicomisos privatizadores… y crece peligrosamente una deuda externa amarrada al sistema financiero del decadente imperialismo occidental.
Alcoa, Falconbridge, Rosario, Barrick Gold, Belfond, cerro Maimón, con permiso y protección estatal han hecho estragos en Pedernales, Barahona, Bonao, Maimón y Cotuí; y ahora Falcondo, Barrick, Gold Quest y Uni Gold se aprestan a hacerlo peor en San Juan, la frontera, loma Miranda y el este del país. Sólo los ha detenido el poderoso movimiento ambiental y la creciente conciencia y acción colectiva en defensa del agua, amenazada de contaminación y privatización, binomio de un futuro negociazo imperial.
Entre sus finezas y argucias inteligentes, Ms. Sherman nos trajo 6 milloncitos de dólares dizque para apoyar las inversiones en el “Corredor Santiago-Manzanillo”, ya bajo absoluto control de EE. UU., Vicini y elites capitalistas del Cibao. Esto sucede luego que Abinader le regalara el control de la frontera dominico-haitiana, el puerto de Manzanillo y proyectos conexos, al Comando Sur Israel, y a esa endiablada alianza; en las proximidades de yacimientos de titanio y en un país donde abunda el oro, el níquel, el agua, el cobalto y las “tierras raras”; en el contexto de su guerra global infinita.
Sucede próximo Haití donde hay titanio, uranio y donde el caos provocado y controlado por EE. UU. permite saquear sin resistencia. Y comparen entonces el regalito de la Sherman con lo entregado por este gobierno empresarial y neocolonial, y póngale atención a la perversidad de ambos: el seudo-nacionalismo anti haitiano de Abinader sirve a su reelección y disfraza su entreguismo, mientras EE. UU. se resiste a “pacificar” (masacrar) militarmente el caos haitiano mientras le sirva… sin descartar la invasión-masacre que estimula Abinader.
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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