Santo Domingo (República Dominicana). El presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD), Julio Virgilio Brache, opinó que República Dominicana cuenta con un servicio eléctrico estable, pero muy distante de su equilibrio financiero, por lo que se requieren nuevas inversiones, nuevas perspectivas, especialmente en una economía cuyo crecimiento continuo significa más y más demanda de energía.
«Uno de los problemas más acuciantes de las últimas décadas y al que no hemos encontrado un punto de equilibrio o de solución definitivo es el eléctrico. Realizamos un Pacto en que nos propusimos alcanzar una meta: ‘un servicio eléctrico bajo los principios de universalidad, accesibilidad, eficiencia, transparencia, responsabilidad, continuidad, razonabilidad y equidad tarifaria», señaló Brache.
El presidente de la AIRD enfatizó la necesidad de nuevas inversiones y perspectivas para satisfacer la creciente demanda de electricidad, vital para el desarrollo industrial y económico del país. «El responder a este y otros desafíos no es un tema de una sola voz. Aunar voluntades se hace imprescindible,» añadió.
«Estamos hablando de reformas. Esta es una de las más importantes claves para el futuro del desarrollo económico y social de la nación, pero creemos firmemente que también debemos estar claros que toda reforma requerirá la voluntad política, de una parte, y el compromiso total del sector público y privado,» afirmó Brache en la apertura del «Encuentro industrial: retos del sector eléctrico en República Dominicana», que tuvo como conferencista al superintendente de Electricidad, Andrés Astacio.
Mienras, Astacio, superintendente de Electricidad, al presentar los retos del sector explicó que el abastecimiento de la demanda pasó de 84.72% en 2017 a un 98% en 2023. Además, se han realizado cuatro procesos de licitación de energía por 2.900 MW.
Astacio consideró que los desafíos principales del sistema son: garantizar el abastecimiento continuo de la demanda, integrando más capacidad de generación; sostenibilidad de las distribuidoras, reduciendo sus pérdidas; actualización del marco normativo, seguridad y estabilidad del Sistema Eléctrico Nacional Interconectado (SENI) con el crecimiento de energías renovables variables, y desarrollo de infraestructura de redes de transporte acorde al crecimiento de demanda y oferta de electricidad.
Al exponer sobre las perspectivas del sector, aseguró que habrá un aumento significativo de la generación renovable y no renovable para 2027 y que en el Plan de Expansión del Sistema de Transmisión (2021-2035) se espera una inversión estimada de 794.7 millones de dólares.
En cuanto a las distribuidoras, Astacio aseguró que se proyecta una inversión de 2.098.3 millones de dólares en los próximos seis años en áreas clave como rehabilitación de circuitos, reducción de pérdidas, expansión de subestaciones y modernización de sistemas.
A mayo del presente año se presentaba una diversidad de fuentes energéticas incluyendo gas natural, hidroeléctrica, eólica, solar, y biomasa. La meta, indicó el superintendente de Electricidad, es alcanzar un 25% de electricidad suministrada por energías renovables para 2025 y un 30% para 2030.
También expuso sobre las regulaciones, la innovación tecnológica para mejorar la eficiencia y resiliencia del sistema eléctrico y sobre acciones de educación e iniciativas de responsabilidad social llevadas a cabo por la Superintendencia de Electricidad.