A Pleno Sol
El antiguo primer ministro británico Tony Blair llega a la República Dominicana en son de mediador, en lo referente al estancado problema del represamiento del cauce del río Masacre. Una acción al parecer traída por los cabellos, y que no tiene una explicación lógica.
Plantear una mediación pura y simple es parcializarse. Con el dique que se construye en el Masacre la República Dominicana es la agredida, ha sido víctima de un chantaje, y es un mal chiste plantear mediación cuando se baraja una intervención militar.
Las grandes potencias han ignorado la suerte de Haití en los últimos años. Es más, favorecen la posición del vecino país en cuanto a la política migratoria, sin tomar en cuenta la carga que cae sobre los hombres de los dominicanos con miles de refugiados ilegales.
¿Mediación para qué?. ¿A quién favorece una mediación que obviaría los derechos legítimos de los dominicanos?. Esta propuesta acción de Tony Blair debe ser rechazada por el gobierno y el pueblo dominicano. Si se quiere mediación que se vaya a la Organización de las Naciones Unidas.
Llama la atención que el Primer Ministro de Haití invitara de forma unilateral y personal a Blair, a una gestión mediadora por el diferendo en la construcción del dique del Masacre, cuando son los haitianos los agresores. Un diálogo que podría ser una celada que perjudique a la República Dominicana.
Puede haber también conflictos de intereses, si se toma en cuenta que La Tony Blair Africa Governance Initiative, es una organización que trabaja con líderes africanos para implementar reformas políticas y económicas que favorezcan el desarrollo, la estabilidad y la prosperidad de ese continente.
Entre los países a que asesora esta Kenia, que sería la punta de lanza que ofrecería los soldados para una intervención militar en Haití, bajo el apoyo y el patrocinio de los Estados Unidos, Francia y Canadá.
La oficina de Blair también ofrece asesoramiento a Etiopía, Liberia, Mozambique, Nigeria, Ruanda, Sierra Leona y Sudán del Sur. Países del tercer mundo, pero que tienen algo en común, dicen los analistas económicos, que son ricos en minerales que todavía están en el subsuelo.
El problema del Masacre toma fuerza porque se une a los inconvenientes del comercio entre los dos países, además hay una intranquilidad permanente en la frontera con los actos de provocación y el intento de miles de haitianos de penetrar en forma ilegal a la República Dominicana.
La situación surgida por la construcción del dique en el cauce del Masacre se tiene que solucionar respetando los intereses dominicanos, el derecho público internacional, y reconociendo los haitianos que han cometido una provocación y un intento de atropello a la soberanía nacional. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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