Redacción (VOA).- Las protestas en ciudades de Estados Unidos por la muerte de George Floyd, el afroestadounidense que murió bajo custodia policial en Minneapolis, Minnesota, fueron en su mayoría pacíficas el jueves por la noche. Autoridades informaron que se redujo la cifra de incidentes de violencia.
A diferencia de las manifestaciones de días anteriores, la intensidad de la protesta fue moderada el jueves por la noche, incluso en Nueva York, donde los manifestantes estuvieron en las calles después del horario del toque de queda de las 8 de la noche.
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, dijo que se estaba levantando el toque de queda de la ciudad, aunque no estaba claro en su declaración si el cambio sería permanente.
La policía y unidades de la fuerza del orden de varias agencias federales han estado operando en Washington, y su presencia ha sido una fuente de fricción entre los funcionarios de la ciudad y el gobierno federal.
«Obviamente, lo primero es que queremos al ejército, queremos las tropas fuera de Washington, DC», dijo Bowser.
Los funcionarios de la ciudad han exigido que la respuesta federal a las protestas no se extienda más allá del área alrededor de la Casa Blanca y la adyacente Plaza Lafayette.
Dos oficiales de la Guardia Nacional resultaron heridos en Washington el jueves por la noche durante tormentas eléctricas y fuertes lluvias en el Parque Lafayette, cerca de la Casa Blanca, informó The Washington Post.
Los guardias fueron llevados a un hospital cercano con heridas graves, pero según un portavoz del departamento de bomberos de la ciudad, las heridas no eran mortales. No se reportaron heridos entre los cientos de manifestantes congregados allí.
Se espera una gran protesta en Washington el sábado.
El jueves temprano, Floyd fue recordado como un padre devoto y un hombre de familia en Minneapolis, en el primero de varios servicios conmemorativos, donde el líder de los derechos civiles, el reverendo Al Sharpton, hizo un llamamiento a todos los estadounidenses, con una referencia al oficial de policía blanco arrodillado sobre el cuello de Floyd mientras este decía que no podía respirar.
El servicio del jueves en Minneapolis incluyó el discurso del activista de los derechos civiles Jesse Jackson, la senadora por Minnesota Amy Klobuchar, varios miembros del Congreso y celebridades, incluidos Ludacris, Kevin Hart, Tiffany Haddish y T.I.
En un momento, la audiencia en el santuario de la Universidad North Central permaneció en silencio durante ocho minutos y 46 segundos, el tiempo que el oficial de policía blanco Derek Chauvin se arrodilló en el cuello de Floyd.
«La historia de George Floyd ha sido la historia de los negros. Porque desde hace 401 años, la razón por la que nunca podríamos ser lo que queríamos y soñamos es que mantuviste tu rodilla en nuestro cuello”, dijo Sharpton en su presentación. «Es hora de que nos pongamos de pie en el nombre de George (Floyd) y digamos:» ¡Quítame la rodilla del cuello!». Afirmó que es hora de que funcionarios del sistema de justicia de EE.UU. dejen de «poner excusas y hacer promesas vacías».
Durante una concentración de cientos de personas en Nueva York, el hermano de Floyd, Terrence Floyd, dijo que estaba «orgulloso» de las protestas que han surgido en todo Estados Unidos, pero que rechaza los actos vandálicos que se han producido.
“Estoy orgulloso de las protestas, pero no de la destrucción”, aseguró Floyd en un acto en el que intervinieron líderes políticos y sociales, como el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, quien asistió al evento pero no pudo hablar porque fue abucheado por los manifestantes.
“A mi hermano no le gustaba eso”, dijo Floyd, haciendo referencia a los saqueos que han tenido lugar en algunas ciudades, en especial en Minneapolis, donde murió Floyd. “Me tomó algunos días darme cuenta (…) de que al final del día mi hermano se fue, pero el nombre Floyd sigue vivo”.
Philonise Floyd, también hermano de Floyd, contó sus juegos de la infancia y dijo que estaba sorprendido por la cantidad de personas que vinieron a homenajearlo.
Sharpton anunció que está organizando una marcha en Washington que se llevará a cabo el 28 de agosto – a 57 años del día en que Martin Luther King Jr. dirigió una marcha e hizo historia con su icónico discurso «Tengo un sueño».
También el jueves, los miembros del Caucus Democrático del Senado mantuvieron su propio momento de silencio de 8 minutos y 46 segundos por Floyd en el Salón de Emancipación del Capitolio.
Miles de manifestantes también han acudido a las principales ciudades del mundo, incluidos París, Londres, Sídney y Río de Janeiro.
Mientras tanto, un juez del condado de Hennepin, Minnesota, fijó el jueves una fianza de 750.000 dólares para cada uno para los tres oficiales que se quedaron esperando sin hacer nada mientras el oficial Dereck Chauvin se arrodillaba sobre el cuello de Floyd. Chauvin fue acusado de asesinato en segundo grado y homicidio involuntario en segundo grado.
Los oficiales J.A. Keung, Thomas Lane y Tou Thao han sido acusados de ayudar e instigar asesinato en segundo grado.
Dos miembros del Congreso, el independiente Justin Amash y la demócrata Ayanna Pressley, copatrocinan un proyecto de ley que limita lo que se conoce como inmunidad calificada, por lo que las víctimas de abusos contra los derechos civiles tendrán más facilidad para demandar a los oficiales en la corte.
«La inmunidad calificada protege a la policía de la rendición de cuentas, impide la verdadera justicia y socava los derechos constitucionales de todas las personas en este país», dijo Pressle.
(Contribuyeron a esta historia los periodistas de la VOA Alejandra Arredondo, Celia Mendoza, Ronen Suarc, Jorge Agobián, Bricio Segovia, Verónica Villafañe)
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