Las redes rápidas aceleran además la economía
Las principales proveedoras de Internet en el Caribe constantemente avisan sobre nuevas aceleraciones de data en las redes. Es algo inaplazable en estos tiempos de educación, negocios, socialización y entretenimiento a distancia.
El problema eterno de acceso al ancho de banda de la Internet es la geografía. Los sectores apartados de los centros urbanos siempre carecen de poco acceso o sufren de velocidades lentas.
Puerto Rico, por ejemplo, República Dominicana y en el mismo Estados Unidos, ambos van lentos comparado con países como Corea del Sur, Japón y las urbes industriales de China donde la velocidad media es de 100 megabits por segundo (Mbps). Esa es la designación usada para medir la velocidad de una conexión de Internet, de redes de WiFi, o para medir la buena calidad de video.
En la capital boricua, San Juan, la velocidad de data hace 10 años era de una constante 3.5 Mbps, como cifra media. Hoy en día, en los lugares pico en San Juan, la velocidad promedio de descarga es de 51.45 Mbps.
AVANCE – Hay nuevas tecnologías digitales por todos lados. Comencemos con los servidores. La arquitectura de la Internet consta de una vasta colección de servidores interconectados, incluyendo cada computadora, tableta o teléfono individual. El mayor adelanto es que cada vez se dependerá menos de los servidores estáticos, y más en la nube electrónica Lo que se pretende es eliminar los servidores como intermediarios de movimiento de información, pero eso implica otro cambio drástico.
Sin servidores, los archivos en la Web ya no tendrán direcciones únicas, las llamadas URL (Uniform Resource Locators). Serán sustituidos por claves. El concepto es mover archivos de una computadora a otra mediante simples códigos (identifiers), de modo que cada archivo ya no tendrá que pasar por los millones de servidores que enlazan a la gran Red mundial. Es el llamado conectividad persona a persona, pero a una escala colosal.
ACELERACION – La idea detrás de esto es acelerar mayormente el envío de datos entre plataformas móviles y sobretodo, el cada vez más grueso tráfico de video. Muchos, no obstante, consideran este nuevo sistema de muy poca seguridad y habría que dejar las computadoras prendidas todo el tiempo, pues cada aparato actuaría como servidores sustitutos. Otro avance es el de fibras ópticas. Empresas como Google ya instala cables soterrados o elevados de fibra en 34 ciudades de Estados Unidos, en un esquema de distribución que va de una costa a otra del continente. Esto aceleraría la transmisión de data a velocidades de un gigabit por segundo.
LASER – Un progreso interesante adicional, es el uso de láser para mover data a través de todo el espectro de la Web. Ya existe un tipo de rayo nuevo, de mucha pureza de frecuencia, capaz de transportar data a velocidades eficientes y, sobre todo, conectividad súper veloz. Es un asunto casi de ciencia ficción, pues científicos de la Universidad de Boston han logrado el traslado de datos a velocidades de 1.6 terabits en un segundo.
CHIPS – Por supuesto, todo el éxito de esta aceleración dependerá de máquinas con la capacidad de manejar tan enormes cantidades de datos en tan poco tiempo. IBM ya tiene un microchip para esto, capaz de mover 400 gigabits por segundo. Algo así como “bajar” decenas de películas en un pestañeo.
En fin, la aceleración de la Internet es buena para la economía nacional de cualquier país. En términos comerciales, por cada incremento de 10% en la penetración de ancho de banda, el producto bruto domestico sube un 3.2%. De paso, la productividad aumenta por un 2.6%.
La innovación científica es clave, pero la Web no sólo necesita más velocidad, sino más competidores entre proveedores de servicio para beneficio del usuario.
(El autor es periodista y profesor de comunicación digital residente en San Juan, Puerto Rico).
cccrafael@gmail.com.
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