Buscan fomentar una identidad regional.
Por Rosa Die Alcolea
Redacción (Zenit).- Los obispos de la Conferencia Episcopal de las Antillas (AEC) recientemente reunidos en Asamblea plenaria, convocaron un sínodo para la región del Caribe, con el fin de “fomentar una identidad regional más profunda dentro de todo el Pueblo de Dios”.
Integrada por los obispos de 19 diócesis repartidas en 16 países y dos missio sui juris (misiones independientes) –principalmente islas ubicadas en El Caribe y adyacentes a algunos países de Centro, Sur y Norte América–, la Conferencia Episcopal celebró de manera virtual su 64ª Asamblea plenaria, con el lema “Apacienta a mis ovejas” (Juan 21,15).
Todas son islas, excepto las tres diócesis de la meseta de Guyana en la Amazonía, con una amplia variedad de idiomas y culturas de nativos americanos, criollos y afroamericanos. Los tres departamentos franceses de ultramar –Guayana, Martinica y Guadalupe– representan sólo la mitad de los fieles católicos de la zona.
Definir la misión de la Iglesia
Según describe Donald Chambers, sacerdote jamaicano y Secretario General de la institución eclesiástica en Vatican News, el Sínodo regional de las Antillas será una de las “grandes iniciativas futuras”, que tiene por objeto “definir la misión de la Iglesia en los próximos años”.
Entre las prioridades actualmente identificadas por la Iglesia en la región se encuentra en primer lugar “la necesidad de comunicar más sus experiencias así como la investigación pastoral y misionera en respuesta a los desafíos totalmente nuevos de nuestro tiempo”, comenta monseñor Emmanuel Lafont, obispo de Cayena, en sus declaraciones a L’Osservatore Romano.
Reuniones virtuales, un desafío
Esta necesidad de comunicar e investigar a nivel pastoral es un “verdadero desafío” para las diócesis “cuyos pastores a veces van al encuentro de los fieles después de días de navegación por los ríos”, aclara monseñor Lafont.
“Esto resulta muy difícil, ya que cada uno de nosotros ya ha elaborado un programa de actividades en nuestra propia diócesis, que no se adapta fácilmente a las videoconferencias”.
Estos encuentros regionales deben ser tomados y acordados antes de definir nuestros calendarios diocesanos.Se trata de juntarse, ya que estamos prácticamente todos aislados, en el verdadero sentido de la palabra”, matiza.
Los católicos de las Antillas, viven “casi en autarquía espiritual”, advierte el prelado, y asegura que lo que no se tiene disponible –seminario, monasterio, o tal vez otra cosa—“no se puede esperar encontrar en una diócesis vecina”.
Sin embargo, las diócesis caribeñas tienen mucho en común: la historia con los pueblos indígenas, en particular El Caribe, los Aruachi y los Tupí-guaraníes, la colonización europea, la trata de esclavos y la consiguiente esclavitud, el clima ciclónico, los terremotos, los desastres naturales recurrentes, pero al mismo tiempo los innumerables lugares paradisíacos, como lo demuestra el desarrollo del turismo que se ha convertido en un elemento esencial de la economía, expone el obispo de Cayena.
“También tenemos en común las consecuencias de toda esta historia en la vida familiar, que es muy difícil, y en la violencia que surge de las frustraciones económicas y sociales de nuestros pueblos”, detalla monseñor Lafont.
Participación en el Sínodo Amazónico
Los pastores de la Conferencia Episcopal de las Antillas comparten en gran medida las mismas preocupaciones que sus hermanos obispos de la Amazonía, motivo por el que cuatro de ellos participaron el pasado mes de octubre en el Sínodo de los Obispos para la región Amazónica.
Ellos fueron: Emmanuel Lafont, obispo de Cayena, Francis Alleyne, obispo de Georgetown, Karel Martinus Choennie, obispo de Paramaribo, y Gabriel Malzaire, Obispo de Roseau, de la cual han salido “consolados y alimentados”.
En el informe del Sínodo que escribieron para informar a los prelados de la región, invitaron a “difundir la conciencia del vínculo entre la ecología natural y la ecología humana”, un lazo que sienten particularmente debido a la cercanía de sus diócesis con la región Amazónica.
También señalaron “avanzar en la promoción de los derechos de los pobres, los indígenas, salvaguardando la dignidad de los más vulnerables y protegiendo su rica cultura original”, recoge Vatican News.
Comentarios sobre post