Redacción (Unicef-PRESS).- La segunda ola de coronavirus en la que está inmersa la India está causando estragos en la nación asiática, informó la representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en la india, Yasmin Ali Haque.
Durante las últimas 24 horas se han diagnosticado 414.188 nuevos casos de la enfermedad, el registro diario más alto contabilizado por cualquier país en la historia de la pandemia, y más de 3900 muertes.
UNICEF mostró su preocupación ante estas cifras ya que el impacto de esta segunda ola cuadriplica al de la primera y la propagación del virus es mucho más veloz que en la oleada previa.
Durante el último día, se han detectado cuatro nuevos casos por segundo y más de dos muertes cada minuto. El aumento de casos ha provocado la expansión de la enfermedad a todos los grupos de edad, incluidos los niños y bebés.
Demoledor impacto de pandemia en niños
El incremento de casos de COVID-19 también está teniendo un especial impacto en los niños afectados por el virus. Muchos de ellos están perdiendo a sus padres y cuidadores, dejándolos en la indigencia.
Además, aunque todavía no dispone de suficientes datos, UNICEF ya ha detectado en las redes sociales peticiones de adopción ilegal, una situación que se presta a la trata y otros abusos.
El Fondo de la ONU pidió que se realicen mayores esfuerzos para proteger a estos niños y niñas promoviendo el cuidado por parte de sus parientes, la búsqueda de familiares y acelerando las ayudas a las familias más vulnerables.
La pandemia también provoca el acceso limitado de los niños a los servicios básicos de salud -como las inmunizaciones rutinarias y el tratamiento para la neumonía y otras enfermedades-, sociales, de protección y educación.
Los problemas crecen
“Con 27 millones de nacimientos y 30 millones de embarazos cada año, los servicios esenciales para ayudar a las mujeres a dar a luz son fundamentales en la India. Sin embargo, a medida que las instalaciones sanitarias siguen saturadas para tratar a pacientes con COVID-19, hay informaciones de mujeres embarazadas que luchan por encontrar el apoyo necesario para parir”, destacó Ali Haque.
Asimismo, con la mitad de los niños menores de cinco años en la India desnutridos, la actual crisis del coronavirus podría impactar aún más en la nutrición infantil y la prestación de servicios en todo el país.
Por otro lado, las escuelas siguen cerradas en todo el país y en varios estados la educación se ha visto interrumpida. Esta coyuntura aleja a 247 millones de niños y niñas de su educación primaria y secundaria en espacios seguros justo cuando más los necesitan, ya que muchos niños no tienen acceso al aprendizaje digital.
Desde el inicio de la pandemia, UNICEF ha apoyado al Gobierno de la India garantizando que sigan funcionando los servicios críticos para los niños más vulnerables en todos los estados.
“Hemos enviado suministros básicos vitales para ayudar a la India en estos momentos difíciles. Por ejemplo, contamos con 3000 concentradores de oxígeno, paquetes de diagnóstico y otros equipos críticos. También hemos enviado otros suministros de emergencia para salvar vidas en la India, incluyendo dos millones de pantallas protectoras faciales y 200.000 mascarillas quirúrgicas”, detalló.
Además, se entregarán 2000 concentradores de oxígeno adicionales, que llegarán en la segunda mitad de mayo, y otros 2650, que es están en proceso de adquisición.
UNICEF también hace un seguimiento regular de más de 50.000 centros de vacunación contra la COVID-19 en 27 estados de India.
No solo en la India
Los casos de COVID-19 siguen aumentando a un ritmo alarmante en el sur de Asia, especialmente en Nepal, Sri Lanka y Maldivas, por lo que la representante de UNICEF advirtió que todos los sistemas de salud podrían colapsar, lo que provocaría una pérdida de vidas aún más trágica.
Además, los muy bajos niveles de vacunación en la mayoría de los países de Asia meridional (menos del 10 % en India, Sri Lanka y Nepal) aumentan la preocupación de que el virus crezca aún más.
Suspensión de las patentes de las vacunas
Tras recordar que la India es un centro mundial para la producción de vacunas y que la creciente demanda interna implica que millones de dosis, cuya distribución estaba prevista para países de ingresos bajos, no pueden exportarse, lo que aumenta el riesgo de nuevos brotes y mutaciones, Ali Haque destacó que la India está bajo amenaza y que es necesario un ejercicio de solidaridad para evitar que la situación empeore en otros países.
“Estamos muy agradecidos por el apoyo y la compasión de la comunidad internacional. Necesitamos esa humanidad y colaboración para continuar hasta que veamos el fin de la pandemia”, resaltó.
En ese sentido, alabó la decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, a la suspensión de los derechos de propiedad intelectual de las vacunas de la COVID-19, al señalar que “un avance como este en la lucha global contra la pandemia nos da esperanzas de una cooperación internacional eficaz para ver el fin de la pandemia”, y abogó por acabar con el nacionalismo ligado a las vacunas.
“Los gobiernos deberían quitar las medidas de control –directas e indirectas- de exportación e importación, que bloquean, restringen o ralentizan las exportaciones de las vacunas de la COVID-19, de los elementos y de los suministros. Los virus no respetan fronteras. Vencer a la COVID-19 en cada uno de nuestros países también significa vencerlo en todo el mundo garantizando.
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