A Pleno Sol
El respeto a los derechos humanos constituye uno de los grandes anhelos de la humanidad. Se ve en la lejanía un mundo donde impere la justicia, y se ponga fin a la violencia para acallar voces que piden libertad y respeto a su integridad física.
América Latina es tierra de contrariedades. Se habla de derechos humanos, cuando se viola el libre albedrío de millones de hombres y mujeres. Gobiernos demagógicos y de mano dura, llevando dolor y luto a todo el continente.
Todavía hay persecuciones por razones ideológicas o religiosas, hay países donde ni siquiera se permite el derecho a la libre expresión del pensamiento. Sin embargo, navega la esperanza de un mundo mejor.
Cuando en el 1948 se dio conocer la Declaración Universal de los Derechos Humanos se pensó que llegaba a su fin la era de la barbarie, o que no sería impuesta la fuerza y la muerte a los ciudadanos de naciones emergentes, en buscan de su libertad.
Las mismas Naciones Unidas hoy lucen como un cuerpo sin vida, zarandeada por el accionar y las ordenes de las grandes potencias. Deja de ser una organización representativa de millones de personas que viven en el tercer mundo.
Desde el 1948, fecha en que se firmó la Declaración, muchos pueblos tuvieron que utilizar la fuerza de las armas para conseguir su libertad. No se olvide que a fines del siglo 20 todavía se sentía el colonialismo en África y Asia.
Bueno es mencionar la guerra de Vietnam, Cambodia Y Laos, y el proceso de liberación nacional, en el Congo. La lucha por un mundo justo no se detiene un momento, aunque parezca fuera de ambiente el llamado de las Naciones Unidas.
El ciudadano de hoy necesita que se respeten los derechos humanos en todo el sentido de la palabra. Que no sea letra muerta sus enunciados.
En la República Dominicana hay pleno respeto de los derechos humanos, aunque en ocasiones ocurren hechos aislados de violaciones. Es deber y obligación de todos mantenerse vigilantes para no volver a etapas donde se imponía la violencia institucional y la represión sin límite.
Al celebrarse un nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el momento es propicio para recordar a los mártires y héroes de las libertades que hoy tenemos.
Hagamos nuestra la consideración de la declaración universal que reza que es esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).