Sin lugar a dudas, Loma Miranda es una zona sagrada que debe ser respetada, por lo que los señores legisladores deben acelerar el proceso y declarar de urgencia e interés colectivo el proyecto de ley que designaría ese santuario ecológico como patrimonio nacional.
Hay que poner freno a las pretendidas intentonas de la minera Falcondo de explotar Loma Miranda, algo que bajo ningún concepto será permitido por los sectores más representativos de la sociedad dominicana que no quieren que ese pulmón natural sea tocado.
Es sabido que sectores antinacionales ligados a la empresa minera atentan en contra de Loma Miranda para destruir ese importante pulmón ecológico, donde nacen las mayorías de los ríos que proporcionan agua a las principales zonas del país.
Falcondo, en una acción imprudente ha solicitado un permiso para explotar Loma Miranda, lo que ha generado reacciones entre los grupos ambientalistas y el pueblo en general, quienes consideran tal posibilidad como un asunto “angustiante” y un “atrevimiento” por parte de la minera.
La empresa dijo que pidió permiso a las autoridades para sacar ferroníquel de un área de 4.6 kilómetros en La Manaclita, en Loma Miranda, con lo que podrá extender las operaciones en República Dominicana por unos 20 años más.
En un acto de irresponsabilidad, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales informó que el pasado 18 de enero recibió la solicitud de Falcondo de un alegado estudio de impacto ambiental para explotar La Manaclita.
“Esta solicitud, según alegan las autoridades de Medio Ambiente, agotará su proceso formal y de transparencia tal como establece la normativa vigente”, dijo el despacho medioambiental en un comunicado.
El Ministerio de Medio Ambiente recordó que las concesiones mineras son otorgadas por el Ministerio de Energía y Minas, “por lo tanto aclara que no ha otorgado permiso de explotación en Loma Miranda”.
Yanio Concepción, presidente ejecutivo de la cooperativa Vega Real, dijo que en las comunidades cercanas a Loma Miranda no se ha convocado a una consulta pública sobre la posible explotación del área, un requisito que forma parte del permiso medioambiental necesario para que la minera pueda realizar la extracción del mineral de esa zona.
“Loma Miranda no se va a tocar. El Ministerio de Medio Ambiente no puede responder con un silencio”, dijo Concepción al ser consultado.
El presidente ejecutivo de la Cooperativa Vega Real dijo que le corresponde al presidente Luis Abinader responder sobre el asunto.
Loma Miranda forma parte del área de la concesión de Falcondo en el país, pero para poder explotar el área necesita el permiso del despacho medioambiental. Concepción expresó que intentar ese permiso es “un atrevimiento a una lucha que comenzó en 2014” por la preservación de la zona.
Hace unos días, la Comisión Ambiental de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y la Asamblea del Campamento Loma Miranda advirtieron que la empresa Falcondo aún planea explotar la montaña.
Sin dudas, el caso Loma Miranda ha polarizado una gran parte de la opinión pública y dividido a los políticos, las organizaciones y en particular a las personas de Bonao y La Vega en dos grandes grupos: Los que piden la explotación y los que se oponen.
Representantes de ambas posiciones han insistido en defender sus planteamientos y en tratar de incidir en los medios de comunicación para lograr aliados, pero aún con varios años de vigencia mediática del tema parecen insuficientes los datos objetivos, con números y detalles, que justifiquen con fundamentos racionales cualquiera de las posturas, lo que puede conducir a la población a mucha confusión.
Con lo que se ha difundido hasta el momento, se puede afirmar que el proyecto de explotación minera presentado al país parece viable y se acompaña de un compromiso de manejo del medioambiente desde la perspectiva de la sostenibilidad y de asumir los pasivos ambientales que conlleve.
Y los argumentos de sus defensores también lucen válidos, como la importancia que reviste para el comercio local por el flujo de circulante, la generación de empleos y la necesidad de aprovechar los recursos derivados de este negocio para cosas como, por ejemplo, favorecer el empobrecido Ayuntamiento de la zona.
Por otro lado, quienes se oponen a la explotación de Loma Miranda desde el enfoque ecologista tienen razones muy atendibles, pero los postulados de la conciencia ecológica en ocasiones lucen más románticos y subjetivos.
Tan grave es cualquier explotación minera que cause daños y se haga de forma irresponsable como la oposición basada más en el rechazo al concepto de explotación que en el análisis de consecuencias y de la relación entre perjuicios y beneficios.
Por ello, se necesita con urgencia más información proveniente de expertos sin intereses en esto que muestre una idea más clara del impacto ambiental, las opciones de manejo, y en general datos que conviertan en más técnico un debate que sin dudas se ha politizado y apasionado.
Cada lugar, cada plan y cada caso de explotación es diferente y, por tanto, algunos son atractivos y otros deben ser desechados.
Por eso, específicamente con Loma Miranda, se deben estudiar las condiciones precisas para que la decisión que se tome sea firme e irrevocable: Lo que más convenga a la República Dominicana.
ld.santamaria52@gmailcom
(El autor es periodista residente en Monte Plata).
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