Las opiniones en torno a la recién celebrada Feria Internacional del Libro 2023 coinciden en cuanto a que la actividad resultó totalmente exitosa y en que saltó a la vista la organización del evento. El libro, por fin, predominó sobre el espectáculo, y la gente se dio gusto comprando, aunque formara filas para ello.
Ha sido una feria única, nunca vista, pero que se deseaba ver y marcará el rumbo para las venideras. Las redes han recogido muchas opiniones, algunas tan simples como que fue una feria muy organizada y bonita, hasta llegar a la calificación de excelente y declararla marca país.
Se vendieron más de 50 millones de pesos en libros. La Feria 2023 ha quedado como muchos querían verla. Soy testigo del protagonismo del libro, pude ver hileras en cada quiosco librero de gente comprando libros. Era un bulevar techado y climatizado que reunió 89 las librerías. Como diría Jimmy Sierra, yo estaba ahí.
Una valoración nada simple es la del escritor Omar Messón, un líder cultural de Sosúa. Él escribió en el Facebook lo siguiente: “Mi impresión de la XXV Feria Internacional del Libro: ¡Sencillamente extraordinaria! La mejor a la que he asistido”. Ha sido común considerar la de 2023 “Feria excepcional”.
La Feria se realizó bajo techo. Se crearon pabellones con esa condición, como el Paseo de las letras y el de las editoriales, que ahora muchos anhelan y otros sugieren que permanezcan para alojar actividades durante el año. Son estructuras de carácter efímero, pero al parecer, las autoridades son tentadas a dejarlas.
Como en ninguna de las versiones anteriores, durante la vigésima quinta Feria Internacional del Libro fueron usados los locales de la Biblioteca Nacional, los cuatro museos, el Teatro Nacional y otros espacios de la Plaza de la Cultura. Todo se hizo bajo techo, en prevención de lluvia, en el país donde el día más claro llueve.
El promedio de visitas diarias a la Feria se estima en 30, 000 personas. Muchos visitantes fueron vistos por las despejadas calles del recinto ferial llevando bolsas con libros. El clima fue generoso y en las pocas veces que llovió, numerosas personas acudían al bulevar que cobijó a las librerías, miraban libros y compraban.
Definitivamente, el modelo de este año ha de ser tomado en cuenta para las próximas entregas. Libreros, editores y escritores, así lo atestiguan. Los dejo con la opinión del doctor Manuel Matos Moquete: “Habernos enseñado, una vez más, la milagrosa pasión del pueblo por el libro y la cultura fue lo mejor de la FILSD 2023”.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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