Los que editaron la Biblia acomodaron a sus intereses religiosos los acontecimientos ocurridos hace miles de años, antes y después del nacimiento de Jesús, sobre todo aquellos que se refieren al origen del universo, de la humanidad y demás seres vivos con los que compartimos el planeta Tierra.
Hay muchas cosas en ese libro que nunca me han convencido respecto a la Creación, empezando por nuestro origen como especie homo sapiens, citando a Adán como el primer hombre y a Eva, la primera mujer. Eso de que Adán fue hecho a imagen de Dios y la mujer de una costilla de Adán, para mí, no tiene mucha lógica.
Por eso, he pasado muchos años analizando otras interesantes teorías, como el Big Bang y el Origen de las especies (1859) del eminente naturista y científico británico Charles Darwin, quien postulaba que todas las especies de seres vivos han evolucionado con el tiempo a partir de un antepasado común mediante un proceso denominado selección natural. Además, trató la evolución humana y la selección natural en su obra El origen del hombre y de la selección en relación al sexo y posteriormente en La expresión de las emociones en los animales y en el hombre
¿Tuvo Adán otra mujer antes que Eva? Si existió, ¿por qué no existen detalles amplios en la Biblia sobre esa relación?
Hace años que busco la verdad de esos misterios que nos ocultan y de otros hechos eliminados del Viejo y Nuevo Testamento. Los historiadores no cristianos aseguran que la primera compañera de Adán fue Lilith, quien por su actitud de rebeldía fue considerada la primera feminista del mundo, una demonia y una rebelde.
Para que se tenga una idea acabada de lo que estoy diciendo, cito a continuación una parte de un trabajo publicado para BBC News Mundo por la investigadora Dalia Ventura, de fecha 18 de marzo de 2023:
¿Quién fue Lilith, la primera mujer de Adán, y por qué renunció al Paraíso?
Fue la primera mujer del Paraíso, según diversos relatos, pero no fue creada de Adán ni para Adán, como lo fue Eva…y Lilith estaba muy consciente de ello. Con el correr de los siglos, su historia ha pasado de ser una leyenda cautelar a la de una heroína; ha inspirado desde encantamientos y exorcismos hasta literatura y música, y hoy se pasea libremente por el mundo de los videojuegos.
En el contexto de la Biblia, Lilith nació de un vacío. Su nombre sólo aparece una vez, en Isaías 34:14: «Los gatos salvajes se juntarán con hienas y un sátiro llamará al otro; también allí reposará Lilith y en él encontrará descanso».
Aunque en los Rollos del Mar Muerto, el testimonio más antiguo del texto bíblico encontrado hasta la fecha, Lilith aparece también en la «Canción para un sabio», un himno posiblemente utilizado en exorcismos.
Y hay un fragmento en Génesis (1:27) que da lugar a muchas dudas y varias interpretaciones: «Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos».
Eso ocurre en el sexto día de la Creación. En el séptimo, Dios descansó. Más adelante, cuenta que puso «al hombre que había formado» en Edén, y sólo después…
2:18 «Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él»; 2:21 «Y Jehová Dios hizo caer un sueño profundo sobre Adán, y este se quedó dormido. Entonces tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar; 2:22 y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre». ¿Qué pasó con esa hembra creada el sexto día?
Una interpretación es que ese ser creado primero era andrógino, una criatura que era hombre y mujer simultáneamente y que fue separada después. Otra lectura es que hubo dos Evas: a Adán no le gustó la primera (a Lilith) y Dios la reemplazó con otra más satisfactoria.
Aunque esta última versión surgió pronto, la asociación con Lilith tardó en aparecer, a pesar de que ella ya había estado viva en la imaginación de la región al menos un milenio y medio antes de que se empezara a escribir la Biblia (siglos VI-V a.C.).
La mención más antigua de su nombre aparece en la «Epopeya de Gilgamesh» -la obra épica escrita más antigua- y en el «Huluppu-Tree», un poema épico sumerio encontrado en una tablilla en Ur que data aproximadamente del 2000 a.C (antes de Cristo). Como escribió la experta en literatura bíblica Janet Howe Gaines, «sus orígenes oscuros se encuentran en la demonología babilónica, donde se usaban amuletos y encantamientos para contrarrestar los poderes siniestros de este espíritu alado que se aprovechaba de las mujeres embarazadas y los bebés.
«Lilith luego emigró al mundo de los antiguos hititas, egipcios, israelitas y griegos». Eso explica, probablemente, que en el Libro de Isaías aparezca sin ninguna presentación: una muestra de que el escritor confiaba en que los lectores la conocían. Y también que estuviera en el Talmud de Babilonia (alrededor de 500-600 d.C (después de Cristo), un compendio de discusiones legales, relatos de grandes rabinos y meditaciones sobre pasajes de la Biblia. Esa Lilith talmúdica tenía, como la babilonia, cabello largo y alas, y encarnaba las prácticas sexuales malsanas.
Hay otros textos después que incorporan a Lilith en la historia del origen, notablemente el Zóhar, escrito alrededor del año 1300 d.C. en España, uno de los dos libros fundamentales del pensamiento místico judío conocido como la Cábala.
Afirma que esa criatura andrógina inicial fue dividida creando humanos distintos: macho, Adán, y hembra, «la Lilith original, que estaba con él y que concibió de él». Cuando lo vio con su rival Eva, en un ataque de celos, se fue volando, tornándose en un súcubo que agarraba a hombres solitarios y robaba su semilla para hacer niños demonios, dejándolos infectados con enfermedades. Pero, fue un texto anónimo escrito en algún momento entre los siglos VIII y X el primero que aportó más detalles sobre esa primera relación de pareja.
La investigadora de BBC Mundo habla de las diferencias irreconciliables por motivos sexuales entre Adán y Lilith. Lo expresa en los siguientes párrafos:
Lilith: «No me acostaré abajo».
Adán: «No me acostaré abajo, sino arriba, ya que tú sólo eres digna de estar en la posición inferior mientras que yo, en la superior».
Lilith: «Nosotros dos somos iguales, ya que ambos fuimos creados de la tierra».
Cuando Lilith se dio cuenta de que no iban a llegar a un acuerdo, pronunció descaradamente el Tetragrámaton -las sílabas sagradas del inefable nombre de Dios- y se fue volando por los aires.
Adán se paró en oración ante su Hacedor y dijo: «¡Señor del Universo, la mujer que me diste huyó de mí!» Dios envió entonces a los tres ángeles a decirle que si no volvía cien de sus hijos morirían a diario.
Lilith, sin embargo, se rehusó, y les dijo que había sido creada para «enfermar a los niños: si son niños, desde el nacimiento hasta el octavo día tendré poder sobre ellos; si son niñas, desde el nacimiento hasta el día veinte». Pero les juró que cada vez que viera en los bebés los nombres o imágenes de los ángeles en un amuleto, no les haría daño.
El relato de Lilith en sí lleva a debates sobre mitología versus historia, textos sagrados y adiciones no sagradas, así como a espinosas discusiones entre quienes consideran la Biblia como la Palabra de Dios y los que la ven como parte del rico acervo cultural universal que admite no solo una historia de origen sino muchas más.
Aunque la segunda parte de esa narración reestablece a Lilith como el demonio alado conocido, la disputa en la que Adán se niega a admitir que son iguales, presenta a una mujer que se rebela contra el «orden natural». Una mujer que prefirió renunciar al Paraíso antes que a sus derechos; es más, se fue vivir al Mar Rojo, el mismo que se abrió para liberar a los judíos de la esclavitud.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
Comentarios sobre post