Anoche fue puesto a circular el libro “Mi vida y nuestra historia contemporánea. Memorias de un actor sobreviviente”. Se trata de las memorias del doctor Tirso Mejía-Ricart, intelectual fallecido el 3 de julio de 2021. Plasmó en esta obra su trayectoria de hombre público, sobre todo académico, político y autor de 53 libros.
Si bien son memorias, han quedado libres de la exaltación individual, de las posturas que sobredimensionan al sujeto y sus hazañas. No es que el autor oculte o disimule sus roles de principalía en cuestiones como la reforma universitaria y los afanes por el predominio de la democracia y la organización del Estado. Eso no.
En los países como el nuestro, la actividad política adquiere particularidades, entre ellas puede citarse la actitud de los militantes y simpatizantes de las organizaciones ante sus líderes. Unos dirigentes, propiciadores del populismo, se ganan fácilmente el aplauso porque reparten golosinas, cosas, cervezas y promesas.
Es obvio, que, en aparente desventaja frente a estos, caminan aquellos a quienes la militancia denomina “los teóricos”, que son los que invierten horas frente a una mesa ocupados en trazar planes, bosquejar soluciones a los problemas o idear programas de acción. Tirso Mejía-Ricart formó parte de esa minoría.
De su libro, publicado por su familia, puede decirse que se trata de la memoria documentada, no ficticia, ya que el autor compila documentos de interés histórico que quizás reposaban en cajones. Por igual agrega artículos publicados en la prensa que merecen la relevancia de llevarse a la categoría de libro.
Mejía-Ricart fue médico, psicólogo, historiador, profesor y dirigente universitario, legislador y especialista en asuntos de Estado. Publicó 53 libros, clasificados en cuatro áreas fundamentales. Dieciséis pertenecen al campo de salud mental, ocho corresponden al de la educación, trece libros se ocupan de asuntos históricos y otros dieciséis versan sobre política.
Considero que “Mi vida y nuestra historia contemporánea” significa una acción oportuna, porque Tirso Mejía Ricart, fallecido en medio del silencio impuesto por la terrible COVID-19, no merece sepultarse de mutismo ni de olvido. Este libro es testimonio de una vida plena y productiva, en lo intelectual, en lo político, incluso en lo económico.
Además, es considerable el aporte de Tirso a la perpetuación de la especie humana: dejó nueve hijos. Vivió a plenitud. Este libro viene a proclamar que Tirso Mejía-Ricart no puede permanecer en un montón de seres apagados. Justo es valorar el esfuerzo de sus hijos, hermanos y demás parientes para realizar esta publicación. Enhorabuena.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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