Reflexiones de campaña # 40
Yo amo la política. Está en mis genes. Vengo de una escuela en la que este oficio es parte vital de nuestra existencia pues no hacemos política sólo por la búsqueda del poder, antes bien, no negamos que tenemos un alto sentido de donde suele éste encontrarse, pero mis decisiones no están basadas en ello únicamente, aunque reconozco que los aciertos hacen la diferencia para diferenciar a quienes logran ser más o menos exitosos que otros.
No sujeto mis criterios a los de nadie por intereses particulares, no perderé mi capacidad de reconocer desde un punto crítico pero realista las condiciones de los demás, la pasión obnubila nuestras mentes y si le ponemos una pizca de sinrazón entonces las malquerencias encuentran un terreno fértil que al cabo del tiempo como un hilo imperceptible sin frenos termina en odio.
Es eso lo que no me permito que se aposente en mi corazón, pues, de permitirlo, no podría ver las cosas y acciones buenas y nobles en los demás, no captaría sus virtudes y no entendería cuán buena sea una acción dado que sólo la estaría mirando desde una óptica negativa. Por ese camino perdería el más elemental sentido de la razonabilidad.
Por eso cuando estábamos en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), en vida de mi padre, no sólo establecí relaciones con los nuestros sino conocí y traté a reformistas, a peledeista y a muchos de otros litorales, incluso sin banderías políticas o que no compartían nuestra visión.
Pero el hecho de que estuviéramos en diferentes partidos, incluso cuando tuvimos posiciones diametralmente contrapuestas, eso no fue óbice para que construyéramos niveles de respeto, admiración y amistad. ¡Muchas de ellas las conservo hasta ahora!
Si algo me enseñó a cultivar relaciones con los contrarios fue tener un sentido práctico, analítico y objetivo del quehacer político nacional.
Aprendí que este es un pueblo noble, que no sigue a apologistas del odio, que aborrece sólo cuando se lo ganan los que los que ocupan los cargos.
Entendí que, en las diferentes coyunturas históricas, el que actúa con serenidad es el pueblo dominicano, por eso votó en el 1962 por el profesor Bosch y no por Viriato Fiallo.
Los resentimientos y los odios no dan ni certezas ni esperanzas, al final tampoco generan votos.
Salí del gobierno del pPresidente Medina, si bien manteniendo ciertas diferencias, no con el interés de negarle sus luces, que las tiene y no pocas y poner manos a la obra trabajando para construir una alternativa opositora con posibilidades de triunfo desde la plataforma de Juntos Podemos, con la que logramos llevar unidos a candidatos municipales en 79 demarcaciones.
Ahora, para las congresuales, aunamos los esfuerzos de 15 partidos, entre ellos el Revolucionario Moderno (PRM) y La Fuerza del Pueblo, coalición con la que presentaremos para las próximas elecciones, 22 candidatos comunes a senadores.
Como ya se ve, pasé a ser parte de la oposición y he tratado de aportar mi granito de arena para unirla en el nivel Municipal y de Senadores. Para eso hago uso del derecho de disentir de los demás, estoy convencido de la necesidad de que fortalezcamos la democracia no importando a quien le toque en la dirección gubernamental, he estado en la oposición, he tenido mis diferencias con el gobierno, pero, para hacerlo no tengo que odiar a nadie ni criticarlo todo, hasta lo bueno que hagan, pues me convertiría en un ser irreflexivo.
Nuestra propuesta de posponer las elecciones de mayo no tuvo el interés de oxigenar con un poco de más tiempo al Gobierno, ni fortalecer la candidatura que apoyo que es la de Leonel, en detrimento de la candidatura de Luis Abinader.
Lo hicimos porque entendíamos que no había condiciones sanitarias ni de tiempo para realizar las mismas, gracias a que Dios ilumino a los miembros del pleno de la Junta Central Electoral, se pudo posponer para el día 5 de julio, esperamos que la misma no sea un vector de propagación de contagio para los electores.
Yo estoy con Leonel porque es una alternativa segura de poder, porque tiene amplísimas posibilidades de triunfar, particularmente si logramos clasificar en primera vuelta.
Estoy con Leonel porque lo considero capaz de lidiar con la crisis que se avecina y hacerlo con la mayor experiencia y capacidad.
El oportunismo no tiene espacio en mí, esto no tiene que ver con si ganamos o perdemos algo, lo que por otra parte es connatural al ejercicio político- electoral.
Respeto la opinión de todos los que difirieron de la propuesta de posponer las elecciones de mayo, unos porque están interesados en mantenerse en el poder y otros por llegar al mismo, otros por echar a Danilo y su equipo del palacio.
Yo apuesto al país, a la salud de nuestro pueblo, a buscar alternativas inmediatas para disminuir los efectos de la crisis económica mundial que se avecina, cuyos vientos lo primero que se llevarán en nuestra nación son los ingresos por el turismo y las remesas que envía nuestra diáspora.
Todos sabemos que tiene que haber traspaso de mando en agosto, pero es a la actual gestión a la que le toca lidiar con la gravedad del problema y de verdad en este momento todo no lo podemos politizar, hay que tener capacidad de miras, atalayar el futuro y no querer vender que los que vengan a gobernarnos pueden garantizar la panacea a todos los males.
Restan a 10-11 días de las elecciones del 5 de julio. El momento es para activar todas las fuerzas políticas, para obtener los mejores resultados electorales. Nos queda, pues, actuar con madurez.
Espero que Dios ilumine a nuestra clase dirigente, a los del gobierno y a los que estamos en la oposición, porque en estos momentos lo importante es la unidad por nuestra patria. Hago mía una frase repetida por el Profesor Juan Bosch en el 1962, hoy más necesaria que nunca: «No se puede vivir como las hienas, dándole vueltas al odio».
Comentarios sobre post