Autoridades de Estados Unidos investigan la posibilidad de que una ideología racista, conocida como “Teoría del Gran Reemplazo”, haya motivado la masacre del sábado 14 de mayo de 2022 en un supermercado de Búfalo, Nueva York, la cual dejó un saldo de diez muertos.
Esa teoría fomenta la creencia de que las élites izquierdistas y judías están diseñando el reemplazo étnico y cultural de las poblaciones blancas por inmigrantes no blancos que conducirá a un genocidio blanco.
Según esta creencia, la cábala de la élite política y empresarial se mantendría en el poder gracias a las masas de personas no blancas endeudadas. O sea, se sienten amenazados.
¿Cuáles son los orígenes de esa teoría?
Se cree que tiene sus raíces en el nacionalismo francés de principios del siglo XX y popularizada en los últimos años por el escritor francés Renaud Camus, quien cree que la inmigración procedente de África y Oriente Medio acabará provocando la extinción de la raza blanca europea autóctona.
Dado que muchos nacionalistas blancos de Estados Unidos y del extranjero creen que los judíos están fomentando activamente la inmigración de personas no blancas, esta falsa narrativa se considera antisemita, según algunos investigadores. Comparto esa posición.
La “Teoría del Gran Reemplazo” es un concepto acumulado por la ideología de la Alemania nazi, que señalaba a los judíos como la amenaza más peligrosa para la civilización blanca. Los nazis odiaban a esa gente y por eso mataron a seis millones de ellos en la Segunda Guerra Mundial.
Creo que es una situación que debe tenerse en cuenta porque está recrudeciendo el racismo en el mundo, no solo en los Estados Unidos. Lo cierto es que esa nación representa un atractivo de sobrevivencia para personas procedentes de África, Oriente Medio, Asia, América Latina y otros destinos universales.
Pienso que el verdadero reemplazo se produce por la masiva inmigración de individuos de diferentes etnias hacia las naciones más desarrolladas, que abandonan sus países en busca de condiciones de vida más dignas. Es normal que haya una población elevada de inmigrantes.
Para sustentar la citada teoría, las autoridades norteamericanas toman como parámetro la ocurrencia de algunos hechos que han dejado muertos y heridos en sus respectivos territorios. Uno de esos casos es el pistolero de Buffalo, Payton Gendron, un hombre blanco de 18 años, que fue acusado de disparar contra más de una docena de personas, en su mayoría negras, cuando se encontraban en un supermercado. Al parecer, dijo en una publicación en Internet que los blancos estaban siendo sustituidos por las minorías en Estados Unidos y que el ataque tenía la intención de intimidar a quienes no fueran blancos o cristianos para “orillarlos a abandonar el país”.
Como las víctimas eran de raza negra es posible que se trate de un crimen de odio y no como un acto de terrorismo interno. Un manifiesto de 180 páginas, atribuido a Payton Gendron, precisa que el ataque fue instigado por la teoría del gran reemplazo.
En el 2017, ese mismo alegato condujo a la mortífera manifestación de Charlottesville, Virginia, donde grupos de supremacistas blancos corearon el eslogan: “Los judíos no van a reemplazarnos”.
Los judíos no son el objetivo de ese racismo. Son todos inmigrantes, legales o no, que cada año ingresan a ese territorio cuya presencia ha contribuido a aumentar la población.
En un censo levantado en el 2021 se establece que por primera vez desde 1790, ha disminuido el porcentaje de población blanca en Estados Unidos, aunque sigue siendo el grupo racial y étnico más numeroso en el país. Los datos muestran que los ciudadanos que se definen como blancos han disminuido en un 8,6 % entre 2010 y 2020. Este registro también dice que la población estadounidense nunca había sido tan multirracial, diversa y multicultural.
En una población de 331,4 millones, un total de 235 millones se definen como blancos. Los latinos o hispanos son el segundo grupo, con 62,1 millones. Después vienen los que se definen como «de otra raza», sin especificar ninguna, que representan 49,9 millones. Y en cuarto lugar, los afroamericanos, con 46,9 millones de individuos. (Fuente: https://es.euronews.com/2021/08/13).
En los últimos años, la teoría del gran reemplazo ha precipitado una serie de asesinatos masivos. Entre ellos: El 27 de octubre de 2018, Robert Bowers, un hombre blanco de 46 años, armado y con el antecedente de proferir insultos antisemitas en redes sociales, se trasladó al barrio de Squirrel Hill, Pittsburgh. Ahí irrumpió en la sinagoga de la congregación Tree of Life, donde cobró las vidas de 11 feligreses.
El 13 de agosto de 2019, otro hombre blanco, Patrick Crusius de 23 años, partidario de la teoría del gran reemplazo disparó contra los clientes de un Walmart de El Paso, Texas. Dejó 23 víctimas mortales. Una vez aprehendido, el tirador dijo a las autoridades que su intención era “matar a tantos mexicanos como fuera posible”.
Desde entonces, en Estados Unidos y Europa están ocurriendo escenas similares en plazas públicas, escuelas y otros lugares de concentración masiva. Y todo por una acción inducida por la peligrosa y racista teoría del reemplazo.
mvolquez@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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