La escogencia a unanimidad por el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM) de Yeni Berenice Reynoso como nueva procuradora general de la República, es señal inequívoca de que contará con la anuencia de la clase política y de la sociedad en la misión de consolidar una cultura de lucha frontal contra la corrupción.
Esa magistrada recibe su nombramiento sin objeción de ninguna clase por parte de concejales que representan a los poderes públicos, Orden Judicial y principales partidos, todos los cuales reconocen su límpido historial como fiscal en los distritos judiciales de Santo Domingo y Santiago y en rol de procuradora adjunta.
Yeni ha demostrado que en la labor de prevenir y perseguir la comisión de crímenes delitos y de postular en los tribunales que es una depurada técnica forense y procesal, valiente litigante con amplio conocimiento de la ley, códigos, jurisprudencias y teoría del derecho penal.
El Ministerio Público es un ente auxiliar de la justicia, que participa en estrado en representación de la sociedad y de las víctimas, por lo que debe confrontar al imputado, al que está obligado a preservar y garantizar sus derechos procesales a partir de los principios de legalidad, oralidad, publicidad, igualdad e imparcialidad.
El derecho al debido proceso y a la contradicción forense y procesal constituyen las características esenciales que vinculan a los fiscales con su tarea de prevenir, investigar y someter, por lo que la magistrada Reynoso pernoctará entre discusiones, objeciones, plazos y procesos.
Reconforta saber que profesionales del derecho mencionados para ocupar tan delicadas funciones son personas honorables, instruidas y con elevado sentido de lo que representa un servidor público, pero a mi humilde entender, el CNM escogió lo mejor entre excelentes propuestas.
La magistrada Mirian German concluye su desempeño como procuradora general, sin poder desprenderse de una cultura profesional como jueza de carrera que ha estado siempre por encima del quehacer del Ministerio Publico, porque el juez es el árbitro que se pronuncia por sentencia y el fiscal el litigante, que lo hace por dictamen.
El CNM debería actuar con cuidado y prudencia al momento de escoger a los siete procuradores adjunto que acompañarán a la magistrada Yeni durante los próximos dos años, porque esos funcionarios constituyen la médula operativa y la garantía de independencia del Ministerio Público.
Yeni Berenice tiene que tener presente que no debe agradecer a ningún poder terrenal por ese nombramiento, porque quienes la escogieron solo cumplieron con su deber, por lo que debe obedecer a su conciencia, actuar con firmeza, sin sobrepasarse.
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(El autor es abogado y periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).