Luis Abinader representa un capítulo novedoso en la historia política de República Dominicana. Su estilo de gobernar y el consiguiente adecentamiento del ejercicio gubernamental diferencian a Abinader de quienes han gobernado, no solo en los cuatrienios inmediatos a su gestión, sino en muchos años de vida republicana.
Asumió el Gobierno en la peor de las circunstancias, bajo los estragos del coronavirus y los efectos del moradovirus. Sin embargo, ha sacado a flote la economía y ha satisfecho necesidades de todos los sectores nacionales. Su debilidad -alguna habría de tener- ha sido la aspiración de complacer a todo el mundo.
El contraste con quienes le precedieron, sobre todo con los 16 años del PLD, muestra la gestión de Luis Abinader como una historia diferente. A su Gobierno se han adherido muchas personas que no votaron por él en 2020, pero que fueron conquistadas por lo que han visto en el estilo abinaderista de gobernar.
No desempeñó función pública antes de su presidencia, pero no ha surgido de la nada. No es mártir del trujillato ni héroe de la Revolución de Abril, de lo que muchos han sabido sacar partida. Del postrujillismo, ha sido el primer hijo de un líder político en asumir la Jefatura del Estado. Luis Abinader fue forjado con estudio y trabajo.
El pasado domingo (1-10-2023) los miembros del PRM demostraron al Presidente el aprecio y simpatía de los que disfruta. Abinader concurrió con otros tres aspirantes presidenciales y el 91 por ciento, entre más de un millón de votantes, lo prefirió. Ya es el candidato con miras a las elecciones de 2024.
Un detalle adicional por lo que se observa que con Abinader se escribe una nueva historia, lo es el hecho de que un mandatario haya concurrido a una votación en su partido sin sonsacar, sin atemorizar, sin amarrar a nadie y sin usar los bienes del Estado para vencer al adversario.
Es que Abinader no vence, sino convence. Ese es su estilo. Su Gobierno es la más exacta aproximación a la democracia que hayamos vivido. Eso se traduce en otro signo de que somos testigos de una nueva historia en la política nacional. Los hechos proclaman la permanencia del presidente Abinader en la Administración del Estado.
Es decir, el adecentamiento de la práctica política continúa, el cambio continúa. Un joven político ha colocado numerosas vallas en todo el país con un rótulo que a muchos le parece extraño e indescifrable, pero no lo es tanto. El muchacho dice la verdad: la nueva historia continúa. La nueva historia es Abinader.
rafaelperaltar@gmail.com
(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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