Melómano
Por Rafael Darío Durán
Toda verdadera canción, la que trasciende, implica una narrativa en su composición, en su estructura y de eso estaba consciente el célebre compositor boricua Pedro Flores.
Las buenas y significativas canciones narran una historia, que puede ser trágica, jocosa, dramática o romántica.
Y muchas de esas famosas canciones han inspirado a novelistas, como es el caso de «Solo cenizas hallarás», inspirado en el bolero «Cenizas», de la autoría de Wello Rivas y popularizado por la Sensación Jarocha, Toña la Negra.
Es la primera y única novela escrita por Pedro Vergés; «La otra Penélope», que se inspira en la famosa canción «Penélope» del cantautor español Joan Manuel Serrat, escrita por Andrés L. Mateo, y «Con el diablo en el cuerpo», inspirada en la canción con el mismo título y en su intérprete La Lupe (La Yiyiyi), escrita por quien suscribe (Rafael Darío Durán).
Es tal la narrativa en el caso de la canción «Linda», compuesta por Flores en el Parque Enriquillo, que según Daniel Santos, se inspiró en una hermosa niña que paseaba con su chaperona, que el propio autor decidió escribir toda una secuela de esta historia.
Pedro Flores, la vio en el parque capitalino y esa hermosa niña dejó de ser una persona de carne y huesos para convertirse en el personaje de «Linda».
La primera versión, popularizada por el Inquieto Anacobero, narra la frustración de no poder volver a ver a la muchacha, enviada a Nueva York por los padres «temerosos del viejo verde», según lo contado a Flores por la chaperona cuando intentó buscarla.
En «Carta de Linda» el personaje revela datos de su ubicación y explica los motivos de su decisión de alejarse sin dejar huellas.
La carta llega de un convento y finalmente, el atolondrado enamorado recibe la infausta y triste noticia de la «Muerte de Linda».
No hay dudas que «Linda» es el mejor ejemplo de la narrativa en una buena canción.
(El autor es periodista y escritor).
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