Por Araceli Aguilar Salgado
«Es esencial que nadie se quede atrás, especialmente las madres vulnerables que puedan necesitar apoyo adicional para reducir las desigualdades en la lactancia materna. Es preciso esforzarse para garantizar que todas las madres y sus familias tengan a su disposición recursos de información, apoyo y oportunidad de amamantar con éxito».
En los últimos 12 años, el número de lactantes menores de seis meses alimentados exclusivamente con leche materna ha aumentado en más de un 10% en todo el mundo, lo que sitúa en el 48% la tasa de lactantes que gozan de este saludable comienzo de vida a nivel mundial. Esto significa que cientos de miles de bebés son capaces de sobrevivir gracias a la lactancia materna.
A pesar de que este importante aumento nos acerca a la meta de la Organización Mundial de la Salud de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva hasta al menos el 50% para 2025, aún existen dificultades persistentes que hay que resolver.
Cuando las madres reciben el apoyo que necesitan para amamantar a sus bebés, todo el mundo se beneficia. Según los últimos datos disponibles, mejorar las tasas de lactancia materna podría salvarle la vida a más de 820.000 niños y niñas al año.
Durante este periodo crítico de crecimiento y desarrollo en la primera infancia, los anticuerpos de la leche materna protegen a los bebés contra las enfermedades y la muerte. Todo esto es especialmente importante en situaciones de emergencia, en las que, de hecho, la lactancia materna garantiza una fuente de alimento seguro, nutritivo y accesible para lactantes y niños y niñas pequeños.
La lactancia materna es una forma natural y nutritiva de alimentar a los bebés, proporcionándoles nutrientes esenciales y fortaleciendo su sistema inmunológico. Además, promover esta práctica también contribuye a la prevención de enfermedades y reduce la carga económica en el sistema de salud, demostrando así su impacto positivo en la sociedad.
La lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Sin embargo, contrariamente a las recomendaciones de la OMS, menos de la mitad de los lactantes se alimentan exclusivamente con leche materna.
La leche materna es el alimento ideal para los lactantes. Es segura y limpia y contiene anticuerpos que protegen de muchas enfermedades propias de la infancia. Además, suministra toda la energía y nutrientes que una criatura necesita durante los primeros meses de vida, y continúa aportando hasta la mitad o más de las necesidades nutricionales de un niño durante la segunda mitad del primer año, y hasta un tercio durante el segundo año.
Los niños amamantados muestran un mejor desempeño en las pruebas de inteligencia, son menos propensos al sobrepeso o la obesidad y, más tarde en la vida, a padecer diabetes. Las mujeres que amamantan también presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.
Beneficios de la Lactancia
Para los hijos e hijas
· Disminuye el riesgo de enfermedades más comunes en la infancia (respiratorias, alérgicas y diarreicas).
· Es de fácil digestión, lo que disminuye los cólicos.
· Favorece el desarrollo emocional e intelectual.
· Previene el sobrepeso y la obesidad.
· Disminuye el riesgo de caries y favorece la correcta alineación de los dientes.
· Reduce el riesgo de muerte de cuna.
· Reciben las hormonas humanas naturales y nutrientes compatibles.
Beneficios para la madre
· Disminuye el riesgo de hemorragia después del nacimiento del bebé.
· Previene a largo plazo osteoporosis, cáncer de mama y de ovario.
· Mejora los niveles de colesterol y triglicéridos.
· Disminuye el riesgo de depresión postparto.
· Ayuda a que recupere su peso previo al embarazo.
· Le permite desempeñarse laboralmente libre de preocupaciones.
Beneficios para la familia
· Favorece el vínculo familiar.
· Reduce el gasto familiar (no se gasta en fórmulas, menor frecuencia en consultas médicas).
Lactancia materna en emergencias
· La lactancia materna es sin ninguna duda, el mejor alimento a ofrecer en caso de desastre natural o crisis, por los beneficios que ya se mencionaron, tanto para la madre como para el hijo.
· Cuando las familias se encuentran desplazadas o viven en albergues es muy importante que las madres sigan amamantando a sus bebés.
· La lactancia materna es una de las formas más eficaces para asegurar la salud y supervivencia de los niños y niñas.
· Cuando se protege y se apoya la lactancia materna, es dos veces más probable que las mujeres amamanten a sus bebés. Se trata de una responsabilidad compartida.
El lema del año 2024 Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones
La lactancia materna puede actuar como un factor de igualdad en nuestra sociedad y se deben hacer esfuerzos para garantizar que todos tengan acceso al apoyo y las oportunidades de lactancia materna. Es esencial que nadie se quede atrás, especialmente las madres vulnerables que pueden necesitar apoyo adicional para reducir las desigualdades en la lactancia materna.
Los destinatarios, incluidos los actores a lo largo de la cadena cálida de apoyo a la lactancia materna, las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos, los encargados de la formulación de políticas, los sistemas de salud, los lugares de trabajo, las comunidades y los padres, se involucrarán para cerrar la brecha en las desigualdades en la lactancia materna y apoyar la lactancia materna para todos, especialmente los grupos vulnerables.
Cualquier persona puede pasar a lo largo de su vida por un imprevisto que altere su día a día.
También las mujeres que acaban de dar a luz. En estos casos, puede verse alterado su deseo de amamantar a sus bebés, un accidente de tráfico, enfermedad de la madre o del bebé, mujeres migrantes llegadas en patera… Los contratiempos que pueden surgir y dificultar la lactancia materna son muy numerosos y de diferente índole alrededor del mundo, las crisis sanitarias, los desastres climatológicos, así como los conflictos armados, «pueden ser especialmente graves para los bebés», tanto por la posible donación no regulada de sucedáneos de la leche materna, como por la falta de acceso a agua limpia y potable, lo que aumenta el riesgo de malnutrición y mortalidad de lactantes y niños pequeños.
Por ello, en la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año se pretende poner el foco en la necesidad de reducir las desigualdades, con especial atención a la lactancia materna en tiempos de emergencias y crisis. Así, reclaman proteger la lactancia en todas sus circunstancias y garantizar el acceso a los grupos de apoyo a la lactancia materna, especialmente de los grupos más vulnerables.
Así, mamá y bebé están vinculados a los distintos actores en todos los sectores de la salud, la comunidad y el lugar de trabajo.
Es por ello la necesidad de mejorar los programas de apoyo a esta práctica como medida imprescindible para reducir las desigualdades en materia de salud y proteger el derecho de las madres y los bebés a sobrevivir y prosperar.
Se calcula que 4.500 millones de personas, esto es, más de la mitad de la población mundial no gozan de un acceso pleno a los servicios de salud esenciales, lo que significa que muchas mujeres no reciben el apoyo que necesitan para amamantar de forma óptima a sus bebés. Este apoyo incluye el acceso de las mujeres a asesoramiento y consejos de salud por parte de un personal sanitario cualificado, empático y respetuoso a lo largo de toda la etapa de la lactancia.
La recogida de datos fiables es clave a la hora de abordar las desigualdades en la atención sanitaria y garantizar que las madres y las familias reciban un apoyo oportuno y eficaz para la lactancia materna. Actualmente, solo la mitad de los países recopilan datos sobre las tasas de lactancia materna. Para respaldar los avances también se necesitan datos sobre las medidas normativas que facilitan esta práctica, tales como las políticas de empleo favorables a la familia, la regulación de la comercialización de sucedáneos de la leche materna y las inversiones en materia de lactancia materna. La mejora de los sistemas de seguimiento contribuirá a potenciar la eficacia de las políticas y los programas relativos a esta práctica, a orientar de manera más adecuada la toma de decisiones y a garantizar que los sistemas de apoyo cuenten con la financiación apropiada.
Las familias, las comunidades, los profesionales sanitarios y los responsables de la formulación de políticas y decisiones tienen un papel fundamental para llevar a cabo medidas como las siguientes:
- Aumentar la inversión en programas y políticas que protejan y apoyen la lactancia materna a través de presupuestos nacionales específicos.
- Poner en marcha y dar seguimiento a medidas favorables a la familia en el lugar de trabajo, como licencias de maternidad remuneradas, descansos para amamantar y acceso a servicios de atención a la infancia asequibles y de calidad.
- Garantizar que las madres que se encuentran en situación de riesgo en contextos de emergencia o que pertenecen a grupos infrarrepresentados reciban una protección y un apoyo a la lactancia materna que vayan en consonancia con sus necesidades específicas, incluido el asesoramiento oportuno y eficaz en materia de lactancia dentro de su cobertura médica habitual.
- Mejorar el seguimiento de los programas y las políticas relacionados con la lactancia materna para proporcionar datos y conocimientos que permitan seguir aumentando las tasas de esta práctica.
- Desarrollar y aplicar leyes que restrinjan la comercialización de sucedáneos de la leche materna, incluidas las técnicas de marketing digital, con un seguimiento de las denuncias habituales de las infracciones del Código internacional.
La lactancia materna es un derecho fundamental de todas las madres y todos los niños sin excepción y no puede ser negado, misma que lleva los valores de dignidad, igualdad y respeto por la integridad de cada individuo y resaltan la importancia de reconocer y promover la lactancia materna como un componente esencial de los derechos humanos.
Hay un llamado a la acción para que desde diversos sectores se contribuya a generar un ambiente amigable para la lactancia materna, a fin de reducir la brecha y desigualdades que experimentan las mujeres que amamantan. Es necesario el fortalecimiento de políticas públicas y acciones para promover, proteger y apoyar la lactancia misma que deben estar encaminadas a la a contribuye al desarrollo de los países pues ayuda a disminuir costos para atender enfermedades como diabetes, cáncer, hipertensión, entre otras, además ayuda en el cuidado del medio ambiente pues no produce desechos ya que evita el uso de materiales contaminantes para publicidad, envasado y transporte.
«Las organizaciones de la sociedad civil, los gobiernos, los formuladores de políticas, los sistemas de salud, los lugares de trabajo, las comunidades y los padres participarán para cerrar la brecha en las desigualdades en la lactancia materna y apoyar la lactancia materna para todos, especialmente los grupos vulnerables».
periodistaaaguilar@gmail.com
(La autora es periodista, abogada, ingeniera, escritora, analista y comentarista mexicana, del Estado de Guerrero).