A Pleno Sol
La geo-política hace que vivamos en una gran comunidad. La crisis política, social y económica de Francia tiene grandes repercusiones para la República Dominicana y la inestabilidad Haitiana.
Con su crisis actual, Francia tiene las manos atadas para patrocinar una intervención militar en Haití, mientras se aleja de una acción colectiva de las Naciones Unidas. Emmanuel Macrón, el presidente de Francia, en lo único que piensa ahora mismo es en sobrevivir.
Los efectos colaterales de la guerra de Ucrania están llevando a una profunda crisis económica y social a los países europeos. En el mundo globalizado de hoy, no se puede dar un fenómeno de choque de potencias, que no afecten a todos los países, pobres y ricos.
Francia está hoy estremecida por protestas populares que partieron de la muerte de un joven de 17 años a mano de agentes policiales que le dispararon cuando éste no se paró en un reten.
Para la convulsión, esa muerte ha sido un simple detonante. Diferentes sectores ya estaban en pie de lucha, exigiendo conquistas económicas, que el presidente Emmanuel Macron no les puede conseguir.
Si bien ahora se prendieron como hoguera los barrios pobres, han cerrado las universidades, y el pueblo llano está tirado en las calles, fueron grupos sindicales y los envejecientes los que comenzaron con las acciones que ponen en peligro la popularidad de Macron.
Las protestas en Francia comenzaron con una serie de huelgas generales y manifestaciones organizadas desde el 19 de enero por los opositores a la reforma de las pensiones, que prevé aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años.
La tea callejera generará anarquía, pérdidas económicas, alternativas en el gobierno de Macron, pero no pasará de ahí, porque no quieren cambios en el poder hegemónico, no están contra los sectores gobernantes, sino que son punta de lanza de reivindicaciones sociales.
Recuerdo las protestas francesas de mayo del 68, en plena guerra fría, y que duraron dos meses, protagonizadas por los estudiantes, los sindicalistas y los moradores de los barrios excluídos. Al final significó la salida del poder de Charles de Gaulle.
Las protestas son una expresión popular a la que se le debe poner oídos antes de que se conviertan en llamaradas de violencia. Cuando los gobiernos se cierran a escuchar la opinión de la calle, son zarandeados por acciones anárquicas de los sin apellidos. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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