José Tamariz Cerda es una persona de alta dignidad. Por tanto es hora de que esa dignidad sea reconocida por nuestro Estado.
Yo nunca hubiese saboreado la pureza y la exquisitez de un hombre tan humilde, tan sincero y tan honorable como los es este consagrado deportista de toda la vida, una persona que puso su juventud al servicio de diferentes disciplinas de la mente y el cuerpo.
Soy de los que entienden que es hora ya de que seste ser humano sea reconocido en vida por sus loables aportes y promoción al deporte dominicano.
Sabemos que en este gobierno la gente de bien será importantizada, de eso tenemos la debida constancia.
En ese sentido hemos conversado con amigos del gobierno que encabeza Luis Abinader y nos han garantizados de que las personas serán merecedoras del lugar que se han ganado.
A este deportista lo observamos a la edad de 80 años, se mantienen extendidas, ayudando a la gente que le rodea.
Desde su pequeña farmacia, localizada en el sector Villa María de la capital, Tamariz sigue asistiendo a las personas que se les acercan.
Sus amigos lo recuerdan como excelente estudiante de ingeniería y arquitectura de la UASD y como parte del equipo de Levantamiento de Pesas de esa casa de altos estudios.
Pero, además, a este filántropo lo acoraza la impronta deportiva, porque una franja de los capitaleños lo reconoce como promotor de boxeo profesional, vinculado también a la hípica y a la lucha libre. Tanto la Presidencia de la República, el Congreso dominicano, la Comisión del Pabellón del Deporte y la Comisión de Boxeo y Lucha del deberían reconocer en vida a Don José Tamariz.
Figuras como Fausto Ceja Rodríguez, Miguel Montilla, Miguel Canto de México, Enrique Sánchez, Leonardo Cruz, Luis Lumunba Estaba, Darío Hidalgo, Lachi Linares, Natalio Jiménez, Carlos Gil (Caja de Bola), Pablito Jiménez, José Moñita Jiménez, El Chinito Sánchez, entre otras grandes púgiles del boxeo pasaron posaron por sus manos.
n.herasme@gmail.com
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