Visión global
Durante muchas décadas se le hizo saber al resto del mundo que los Estados Unidos representaban el modelo ideal de democracia, el punto luminoso en un cielo oscuro al que todos quisieran llegar.
Pero no solo se proyectó este convencimiento, sino que el comportamiento de la Administración de Washington apuntó siempre a influir alrededor del planeta para que los países adoptasen su sistema, estableciendo como elemento esencial la premisa de la celebración de «elecciones libres, competitivas, justas y transparentes» como la única vía de acceder al Gobierno.
Sin embargo, cuando fue necesario arrojar esto al Potomac, se atravesaron en el camino de líderes elegidos libremente por sus pueblos, bajo el argumento apriorístico de que «no actuarían acorde con los valores democráticos, la libertad y la libre empresa».
Y llegamos a creernos toda esa bella declamación, hasta que caímos en la cuenta de que se trataba de filosofía que, con el tiempo, se ha comprobado que no se sostiene y se desvanece.
La libre empresa y la libertad de expresión y de prensa, como pilares esenciales de la democracia, han derivado en discurso hueco que se estrella contra la realidad cuando se trata de esfuerzos extranjeros «que ponen en peligro la seguridad nacional».
El más reciente eslabón de una larga cadena se verifica actualmente con la red de noticias Russia Today (RT), un conglomerado mediático propiedad del Gobierno ruso, cuyas operaciones en los Estados Unidos han sido canceladas esta semana y su sede desmantelada.
A RT se le ha dado el mismo tratamiento que a cualquier empresa extranjera que opere en los Estados Unidos, cuyas actividades están sometidas a la vigilancia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), un discreto rincón en el Departamento del Tesoro, que bien clausura un modesto medio de producción, hasta un gigante tecnológico chino como Huawei, cuyos modelos celulares de gama alta le estaban dando pelea nada menos que a iPhone.
La vía más fácil de quitarle a Apple un competidor de envergadura fue declarar la empresa china «una amenaza a la seguridad de Estados Unidos». Y listo.
El cierre de RT no obedece ni siquiera a una disputa con Rusia, puesto que al momento de la acción está en auge otro capítulo de la entente Trump-Putin para echar a Ucrania en una fosa.
Nelsonencar10@gmail.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).