Durante su último cuatrienio Chacho contó con una recia oposición que se incrementó con la salida de Santo y su integración al Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Por Miguel A. Guerrero
Los perremeistas de hoy fuimos parte de las gestiones de Chacho Landestoy desde el 2002 hasta el 2016 cuando el alcalde saliente casi abandonó el PRD, junto a muchos de nosotros, para formar parte del Partido Revolucionario Moderno (PRM).
Hasta entonces, para un sector importante a regañadientes, era el alcalde de la oposición al Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Finalmente Chacho decidió permanecer en la alianza con el oficialismo, al igual que nuestro actual alcalde Santo Ramírez.
Durantesu último cuatrienio Chacho contó con una recia oposición que se incrementó con la salida de Santo y su integración al PRM.
El deseo de cambio, la carismática candidatura de Santo y una serie de factores pusieron fin a la era de Landestoy, la más larga de alcalde alguno al frente del Ayuntamiento local.
Hoy muchos piden su cabeza y reclaman una auditoría plena. Desde los 14 años en que le dimos el voto solidario, hasta los cuatro últimos en que hubo un rompimiento.
Ni la grave crisis por la que atraviesa la humanidad frenan esta demanda.
Por si no lo sabían, cuando Chacho fue opositor al PLD le practicaron tendenciosas auditorías para buscar descalificarlo y abrirle paso a los aspirantes peledeistas que querían sustituirle.
En el último cuatrienio su gestión obtuvo reconocimientos por su manejo administrativo y no fue por su linda cara puesto que en el país muchos alcaldes del PLD hubieran querido presentar esos logros.
Esos propósitos además de prematuros e imprudentes, por la pandemia que vivimos, no auguran los resultados esperados por muchos.
Quiérase o no Chacho contó con un excelente equipo humano en lo relativo al manejo de las finanzas municipales.
Si por lo dicho anteriormente alguien cree que yo estaría dispuesto a meter la mano en candela por Chacho, se equivoca medio a medio.
Cualquier manejo inadecuado por parte de la pasada administración no se va a reflejar en los libros, ténganlo por seguro.
Hubo indelicadezas difíciles de probar que no figuran en los documentos a auditar. Por debajo de la mesa, fuera de los libros, que no figuran en cheques o como usted las quiera llamar.
Muchos tienen constancia de eso pero nadie va a hablar, como no hablaron de los desmanes de regidores que inescrupulosamente obtenían dinero para aprobar cosas. Acciones de las que estaremos pendientes todo el tiempo para denunciarlas si alguien pretende traerlas a esta gestión.
En definitiva, las auditorías son normas necesarias para definir el manejo que se le dieron a los fondos públicos, como los que manejan los Ayuntamientos, y proceden como mecanismos institucionales que deben llevarse a cabo. Su realización es inminente pero no en el marco que algunos pretenden.
Chacho Landestoy dirigió con más luces que sombras nuestro Ayuntamiento y su larga permanencia, libre de fraudes, lo convierte en un referente importante para toda la comunidad.
Como fiel opositor de su última gestión, puedo decir de él que merece todo mi respeto y, que cuando las aguas retomen su nivel, el respeto del conglomerado banilejo en general.
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