Luis Abinader le propuso a la reciente reunión de CELAC en Argentina defender la soberanía representado un país que está totalmente subordinado a EE. UU. con la grata complacencia del Gobierno que él preside. Un gobernador de colonia de la post modernidad, hablando de soberanía. ¡Cosas veredes!
Nuestro país está intervenido por la USAID y el Comando Sur. La CIA controla la DNCD, la DEA, la DNCD, las Fuerzas Armadas tuteladas por el MAAG, la reforma policial por USAID, el FBI y la Policía Nacional Colombiana; y la economía por el FMI y el BM, además de endeudada dentro del esquema neoliberal, sus APPS y fideicomisos.
«Soberanamente» por órdenes de Trump, Pompeo y Biden este Gobierno apoyó a Guaidó, ingresó al Grupo de Lima, guarda silencio frente a los embargos de EE. UU. a Cuba y Venezuela, se suma a las agresiones a Nicaragua, aupa febrilmente la intervención militar en Haiti, se pliega a la guerra global infinita desplegada por el Pentágono contra países soberanos, y apoya la guerra de la OTAN contra Rusia.
En la CELAC, hablando de democracia, consideró a la OEA uno de los «bastiones de las conquistas democráticas» del Continente, condenó el intento de golpe a Lula porque no podía hacer otra cosa; aunque ciertamente en materia de racismo, negación de derechos a las mujeres, machismo, homofobia, estado religioso y política empapada de religión, (neofascismo en fin de cuentas), él y su PRM, están cerca de Bolsonaro y lejos de Lula y el PT.
Su especial concepción de la democracia lo llevó en CELAC a guardar silencio sobre el golpe a Pedro Castillo y a la masacre en Perú. Igual a promover la invasión militar imperialista en Haití para apoyar el bandidaje del primer ministro Ariel Henry, pupilo de EE. UU. y heredero del régimen de Jovenel Moïse, al cual también respaldó.
Recuerden también que el «demócrata» L. A. no dijo nada en CELAC del golpe en Bolivia, promovido por el magnate de los carros Tesla y la industria espacial, Elon Musk, confesando incluso su responsabilidad.
Asumir la definición de democracia y hacer lo que hace y apoya Mr. Abinader contra la migración haitiana y sus descendientes dominicanos/as es tan mentiroso como hablar de soberanía y presidir un régimen político re-colonizado por el Coloso del Norte, al tiempo de detentar una presidencia favorecida por el neofascista Trump y por Pompeo, el impresentable de la CIA. Ahora bendecida por el guerrerista Joe Biden.
En resumen Abinader participó en una CELAC en crisis procurando desplegar su vocación por la simulación y el cinismo, dentro de un ejercicio mediocre de la disciplina teatral.
narsoisa@gmail.com
(El autor es dirigente político residente en Santo Domingo, República Dominicana).
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