Santo Domingo (República Dominicana).- El dramaturgo Iván García Guerra propuso la edición de las obras teatrales completas del escritor dominicano Manuel Rueda.
García Guerra, al pronunciar la conferencia «Una mirada amistosa al teatro de Manuel Rueda», calificó al fenecido intelectual como «amigable monstruo de nuestra literatura» y considera que los dominicanos se merecen el premio de tener su obra completa.
El dramaturgo dictó la conferencia como parte del programa de actividades conmemorativas del 50 aniversario de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña (BNPHU), actividad con la que se dio inicio al Ciclo de Conferencias que durante todo el año realizará con motivo de su 50 aniversario.
Al pronunciar las palabras de apertura, el director de la Biblioteca Nacional, Rafael Peralta Romero, indicó que en este ciclo, conformado por doce conferencias magistrales, se abordarán diferentes temas relacionados con la cultura que marcan la vida actual de los dominicanos.
En su disertación, el director teatral García Guerra hizo un emotivo recuento sobre la relación de amistad que le unía a Rueda y dijo sobre la puesta en escena de La Trinitaria Blanca que «Rueda en esta primera pieza ya demostraba una maestría que a muchos resultaba inesperada».
«Manuel Rueda, el estupendo intérprete de piano y notable poeta, nunca había participado en ningún montaje escénico y ni siquiera se había acercado a esa actividad de misteriosas características para el común de las gentes, pero aquello que esos varios estaban ignorando o dejando aparte, es el valor que agregan al talento natural, la erudición y la tenacidad», manifestó García Guerra.
Explicó que con el drama de La Trinitaria Blanca de Rueda, que recibió en el 1957 el «Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena, nacía un nuevo tipo de teatro auténticamente dominicano.
«Su forma, que podía considerarse familiarizada con la dramaturgia del ruso, Antón Chéjov, adquiría estatura local con auténtico sabor provincial producido por la naturaleza de los personajes (sobre todo esa jamona precisada de amor y sexo); por las situaciones provincialmente cotidianas que presenta, y por el diálogo coloquial brillantemente logrado. Todo esto sin apelar a un folklorismo cómodo», dijo el dramaturgo en torno a la primera obra teatral de Manuel Rueda.
Además, se refirió a las obras teatrales de Manuel Rueda, Vacaciones en el cielo, que califica de una comedia serena; La tía Beatriz Hace un milagro, donde, según García Guerra, se aparta más del realismo y puede recordar al dramaturgo sueco, August Strindberg, y en El Rey Clinejas, Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena de 1979, se remite un tanto a las anónimas farsas medievales francesas o a los entremeses españoles.
También, cita a El gato barcino, que enfrenta satíricamente a dos comadres de barrio con un soldado invasor norteamericano, por motivo de la muerte de un gato callejero; y Entre Alambradas, donde logra equilibrar las dos facetas de un amor casi imposible en el ambiente de un barrio limítrofe entre las dos zonas en que fue dividida la ciudad de Santo Domingo durante la Guerra Patria.
Así mismo, el conferencista menciona la séptima y última obra maestra de Rueda: Retablo de la pasión y muerte de Juana la Loca, escrita en el 1996 y ganadora del Premio Tirso de Molina, en España.
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