Redacción (Noticias ONU).- El responsable de la agencia para los refugiados palestinos pide en el Consejo de Seguridad una investigación independiente y la rendición de cuentas por el flagrante desprecio del estatus de protección de los trabajadores humanitarios, las operaciones y las instalaciones en virtud del derecho internacional.
«Hoy está en marcha una insidiosa campaña para acabar con las operaciones de UNRWA, con graves implicaciones para la paz y la seguridad internacionales», declaró este miércoles el responsable de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) en el Consejo de Seguridad.
UNRWA es la columna vertebral del esfuerzo humanitario para evitar que Gaza caiga en la hambruna, dijo Philippe Lazzarini a los embajadores, y además ha defendido el desarrollo palestino durante décadas.
Ahora se enfrenta a una amenaza existencial y los incesantes bombardeos y «un asedio despiadado han transformado Gaza hasta hacerla irreconocible».
Los niños han empezado a morir de desnutrición y deshidratación, dijo, mientras que los alimentos y el agua potable están justo al otro lado de la frontera.
Impedidos de salvar vidas
«Pero a UNRWA se le niega el permiso para entregar esta ayuda y salvar vidas. Este atropello se produce a pesar de las órdenes consecutivas de la Corte Internacional de Justicia de aumentar el flujo de ayuda a Gaza, algo que puede hacerse si existe voluntad política», añadió.
Los miembros del Consejo de Seguridad «tienen el poder de marcar la diferencia», declaró, con una abrumadora mayoría de Estados miembros que respaldan a la agencia.
El Gobierno israelí «pretende acabar» con la agencia y las peticiones para hacer llegar ayuda al norte están siendo denegadas repetidamente.
El funcionario señaló que, desde que comenzó la guerra, ha habido ataques contra sus instalaciones y su personal, en los que han muerto 178 miembros del personal y se han dañado o destruido más de 160 instalaciones.
Lazzarini exige de una investigación independiente
Dijo que sus locales han sido utilizados con fines militares por las fuerzas israelíes, Hamás y otros grupos armados palestinos, y su sede ocupada militarmente.
El personal de UNRWA detenido por las fuerzas de seguridad israelíes ha compartido «desgarradores relatos» de malos tratos y torturas durante su detención.
«Exigimos una investigación independiente y la rendición de cuentas por el flagrante desprecio del estatus de protección de los trabajadores humanitarios, las operaciones y las instalaciones en virtud del derecho internacional», subrayó.
«Hacer lo contrario sentaría un precedente peligroso y comprometería la labor humanitaria en todo el mundo».
El responsable de la UNRWA abordó las acusaciones contra personal individual de la agencia de estar involucrado en los ataques del 7 de octubre: «Horrorizado por las acusaciones, inmediatamente puse fin a los contratos de los acusados», dijo, haciendo referencia, además, a la investigación ordenada por el Secretario General, así como la revisión independiente sobre cómo UNRWA mantiene su neutralidad.
Añadió que, a pesar de las acciones rápidas y decisivas, una cantidad significativa de la financiación de los donantes sigue suspendida, con graves consecuencias operativas.
«Tengan la seguridad de que seguimos firmemente comprometidos con la aplicación de las recomendaciones de la revisión y con el refuerzo de las salvaguardias existentes contra el incumplimiento de la neutralidad», afirmó Lazzarini.
La agencia existe porque no hay una solución política
Por otra parte, el comisionado señaló que las acusaciones de que la UNRWA perpetúa deliberadamente el estatus de refugiado son «falsas y deshonestas».
«La agencia existe porque no existe una solución política. Existe en lugar de un Estado que pueda prestar servicios públicos fundamentales», dijo Lazzarini, añadiendo que la comunidad internacional lleva mucho tiempo intentando «contener, en lugar de resolver», el conflicto entre Israel y Palestina.
También advirtió de que el desmantelamiento de la UNRWA tendrá «repercusiones duraderas».
“Hará casi imposible la formidable tarea de conseguir que medio millón de niñas y niños profundamente angustiados vuelvan a aprender», dijo, subrayando que «el fracaso en la educación condenará a toda una generación a la desesperación, alimentando la ira, el resentimiento y ciclos interminables de violencia».
Lazzarini instó a los miembros del Consejo a «comprometerse con un auténtico proceso político» que, sin embargo, no garantizará una paz sostenible por sí solo.
«Las profundas heridas de esta región no pueden curarse sin cultivar la empatía y rechazar la deshumanización generalizada, ya sea en la retórica política o en el uso indebido de las nuevas tecnologías en la guerra. Debemos negarnos a elegir entre sentir empatía por los palestinos o por los israelíes«, añadió.
Por último, dijo que es necesario reconocer que tanto palestinos como israelíes comparten una larga y profunda experiencia de dolor y pérdida, y que son igualmente merecedores de un futuro pacífico y seguro.