Lyon (Francia).- La Organización Internacional de Policía Criminal (INTERPOL) incautó el equivalente a más de 80 cargamentos de camiones (más de 1.200 metros cúbicos) de madera ilegal procedente de bosques de América Latina y el Caribe, cuyo valor estimó en más de 700 millones de dólares.
La operación contra la delincuencia forestal realizada en 12 países de la región, denominada Arcadia LAC, y que concluyó este pasado 15 de abril, movilizó a las fuerzas del orden, la policía, las aduanas y las autoridades forestales, de doce países de la región para descubrir y desbaratar el tráfico ilícito de madera y delitos conexos.
En total se registraron 287 incidentes a lo largo de la fase táctica de la operación. En el mes que duró esta fase táctica, los organismos encargados de la aplicación de la ley participantes actuaron en zonas prioritarias basándose en información, y se centraron en la identificación y neutralización de los grupos de delincuencia organizada implicados en el tráfico de madera.
Durante la operación los agentes detuvieron a 69 personas y se incautaron de varias armas de fuego.
«La información recabada durante la operación Arcadia LAC muestra que la tala ilegal se está produciendo a un ritmo alarmante en algunas de las reservas de biodiversidad más valiosas del mundo», declaró Ilana de Wild, que dirige la Dirección de INTERPOL de Delincuencia Organizada y Nuevas Tendencias Delictivas.
Wild agregó que «el daño que se produce así al medio ambiente es tal que los efectos devastadores de los delitos forestales, dondequiera que se produzcan, se dejan sentir en todo el mundo. Estos delitos están causando en los ecosistemas unos daños que pueden ser imposibles de reparar».
De acuerdo con la INTERPOL, los delitos contra el medio ambiente son la tercera forma de delincuencia organizada transnacional más frecuente del mundo.
Se calcula que, a escala mundial, el comercio ilegal de madera mueve todos los años unos 152.000 millones de dólares, lo que representa casi la mitad de las ganancias ilegales de la totalidad de los delitos contra el medio ambiente.
América Latina y el Caribe albergan el 50% de la biodiversidad del planeta y una cuarta parte de los bosques tropicales del mundo, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente. La región es también uno de los principales puntos de origen del comercio mundial de madera, tanto legal como ilegal.
La gran demanda de madera en todo el mundo, que ha alcanzado nuevos máximos en el último año, hace crecer el riesgo de que los grupos de delincuencia organizada se dediquen más activamente a la tala ilegal y el tráfico de madera, y utilicen los amplios márgenes de beneficio que ofrece el sector para financiar otras actividades ilícitas. La demanda también puede alimentar un aumento de delitos conexos como el fraude, el blanqueo de dinero y la corrupción.
«Hoy día los traficantes de madera utilizan sistemas logísticos y financieros modernos que no se circunscriben a un país o a una región», declaró Cindy Buckley, subdirectora de Mercados Ilícitos de INTERPOL.
Destacó que «los entramados son tan complejos que las fuerzas del orden solo pueden actuar contra ellos recurriendo al esfuerzo combinado de distintos organismos a lo largo de la cadena de suministro y a escala internacional».
La operación Arcadia LAC contó con el apoyo del Servicio Forestal de Estados Unidos y de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que, junto con INTERPOL y la iniciativa internacional de Noruega sobre el clima y los bosques, participa en el proyecto LEAP de ayuda para la aplicación de la ley.
La unidad de delitos forestales de INTERPOL apoya a los organismos encargados de la aplicación de la ley que trabajan en toda la cadena de suministro de madera para desbaratar las redes delictivas internacionales.
Comentarios sobre post