A Pleno Sol
El gobierno pierde uno de sus principales aliados propagandísticos con la prohibición de las inauguraciones de obras del Estado. Es el tránsito de una línea muy delgada, donde se hace imposible determinar cuándo una acción es oficial, o en el momento que se trata de un acto proselitista.
Pasa con el gobierno central y también con los ayuntamientos. Lo ideal sería que haya una supervisión de cada obra, y que si es necesaria en el desarrollo de una comunidad se proceda a su inauguración. La prohibición únicamente indica lo frágil del sistema democrático dominicano.
Si las inauguraciones son necesarias deben ir, pero si violan las disposiciones de la Ley Electoral, para vigilar y sancionar están Las Cortes y la Junta Central Electoral. Se está entrando a un terreno resbaloso de la política, donde habrá desde guerra sucia, hasta zancadillas, y golpes de codo al estomago de los mismos seguidores.
Es una sutileza pedir que haya un debate entre los tres principales candidatos a la presidencia de la República. No van a ir a esa mesa conjunta para analizar los programas del desarrollo y los atrasos nacionales.
De cierto, es cierto, que nunca los programas de gobierno se han cumplido en el país, y son en la práctica letra muerta. La concertación entre las fuerzas sociales siempre es vital para cualquier proyecto a futuro
Por desgracia, la mayoría de los líderes políticos nacionales son seguidores del presente, y no piensan en el correr de los años, y en el legado que dejarán. El poder exige músculos a diario, y pensar en un lejano futuro, a veces obnubila posibilidades.
Sin concertación, y sin pensar en la continuidad del Estado no se lograran mejorías sustanciales en la educación, la salud, la seguridad ciudadana y en una línea de apertura para que se cree con firmeza el primer empleo, y las chiripas solidarias.
En tiempos de elecciones se toca el clarín de la lucha todos contra todos. De ahí que sea imposible poder conseguir la unidad para la acción. Cada cual quiere imponer sus ideas y levantar la bandera de la victoria.
Ya se verá en poco más de un mes, cual es la percepción del pueblo sobre el derrotero de los políticos. Las votaciones municipales serán el gran termómetro para determinar quien se estanca y quien sigue con pasos firmes hacia las presidenciales. Ya se percibe la impronta de Hernán Cortez: Se queman las naves, solo queda echar para alante. !Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).