Ya sé que mañana tal vez no llegue, pero si llega, igual será por un breve tiempo. Lo triste de esta historia terrenal es que no hay finales felices. En verdad, todo es tan frágil que no deberíamos perder el tiempo en el mañana…ya que no existe.
Hoy, en medio de este drama general que ocupa hasta el más remoto rincón del mundo en el que se ocupe la vida humana, podríamos afirmar que todo cambio. Si, como el borrador que en la pizarra corre presuroso sobre la tiza para “ceder” a nuevas ecuaciones o palabras. La cuestión aquí, es preguntarnos… ¿cuáles números y palabras trazaremos ahora?.
Los días que precedieron a la gripe española (1918-1920), fueron paulatinamente llevando a la gente a “volver a confiar” en los demás. No fue un proceso de días o semanas sino de meses hasta que sin darse cuenta…todos se olvidaron de todo y de todos (los que quedaron atrás) y se acercaron unos a otros, se abrazaron, se besaron y volvieron a enamorarse de extraños…como estábamos predestinados a hacer.
En estos tiempos “modernos” ¿qué podemos esperar que pasara después de este susto agotador?. Son tantas las teorías que podríamos contradecirnos si nos vamos a “preocupar” de ellas ya que todas serán engendradas en el “mañana”…bueno, de todas maneras aquí les suelto algunas.
Dentro de unas pocas semanas, comenzaremos a sacar las cabezas por las ventanas y miraremos de reojo a nuestro alrededor, desconfiados si, muy desconfiados.
Los boletines oficiales nos dirán que “podemos salir” con las debidas precauciones. Mantener la máscara puesta, la distancia adecuada para evitar el salto de un estornudo. Guantes todo el tiempo y constantemente el lavado de las manos…las compañías más beneficiadas serán precisamente aquellas que se dedican a elaborar productos de limpieza e higienización de ambientes.
Para acceder a un concierto o cualquier lugar que reúna más de diez personas será obligatorio realizarse una prueba antiviral en la misma puerta del evento…quienes produzcan este nuevo “device” serán catalogados en el próximo listado de los millonarios de la revista “Forbes”.
Insertarnos “microchips” será otra de las “novalidades” mandatorias. Aquellos que se nieguen a llevarlo podrán ser rechazados por la mayoría que necesita “seguridad” así sea perdiendo su privacidad. Si usted no está “debidamente clasificado” usted estará fuera del nuevo sistema…”humanista”.
En todas las esquinas tendremos receptores que, con solo cruzarles por el lado, darán la voz de alerta a una central que les indicara que “fulano de tal” tiene unos grados “sospechosos” de más. El “GPS” insertado en las nalgas (mandatorio también) hará que en segundos nos saquen de las calles y nos pongan en un lugar aislado en cuarentena.
La seguridad mundial está por encima de cualquier individuo, sea rico, jodio o famoso. No hay concesiones ni privilegios…bueno, siempre habrá privilegios, eso es inevitable.
Aprovechando que ya somos “algo” de robots. Los bancos aceptarán que llevemos la tarjeta de débito integrada en el chips y de paso, que nos vibren las nalgas cada vez que nos retrasemos en un pago. La ventaja será que si nos agarra en pleno acto sexual estaremos agradecidos…me imagino que atrasarse será una pandemia mensual…
Los infieles buscarán la forma de “distorsionar” su ubicación, para ello tendrán que pagar una tarifa extra a los operadores del sistema universal y control mundial de data o a cualquier otra compañía que surja en ofrecer “turbios” servicios…como siempre.
Como ven, el mundo se regenera y se reinventa con tal de que podamos seguir disfrutando de nuestros encuentros y de “esa” anticuada vida que llevábamos. Pronto, seremos más “kool” y “seguros”. Se acabaron las sorpresas y las pesadillas de no saber ¿con quién carajo nos casamos?. Todos nuestros datos, toditos! Los llevaremos pegados en el culo!. ¿No les parece maravilloso?.
Se acaba la incertidumbre, el placer de lanzarse por un abismo, de salir y perderse, de cambiarse el nombre en cada pueblo. Se acabaron las mentiras, ya no tendrán nada que decir los poetas. El mundo será cuadrado y filosofar será un asunto peligroso pues, “todas las nalgas tendrán oídos”. Ya lo sabe, mañana serán tiempos “seguros”… aprovéchese! Que hoy…no es mañana… Salud!. Mínimo Caminero.
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