Santo Domingo (República Dominicana).- La primera semana de junio está dedicada a la Hidradenitis Supurativa (HS), una enfermedad inflamatoria crónica, considerada rara, que causa la formación de bultos o protuberancias dolorosas debajo de la piel.
El propósito de la conmemoración es ayudar a las personas a conocer los principales síntomas y factores de riesgo y la importancia de un diagnóstico oportuno para el tratamiento del padecimiento cutáneo, abriendo una esperanza para mejorar la calidad de vida y la autoestima de estos pacientes.
También llamada Hidrosadenitis, enfermedad de Verneuil o Golondrinos, a menudo afecta áreas donde la piel sufre de roces frecuentes, como las axilas y la ingle.
Expertos aseguran que el desconocimiento sobre este mal impide a quienes lo padecen orientarse de una manera adecuada y, en ocasiones, limita la identificación de síntomas, señales de alarma y factores de riesgo, incluyendo información sobre cómo acceder a un diagnóstico oportuno y obtener la atención médica necesaria.
Esta fecha pretende incentivar a los pacientes a seguir cuidando su propia salud en medio de la pandemia e inspirar a otros a hacerlo.
“En el marco de la conmemoración de la Semana de la Hidradenitis Supurativa, contemplar a la HS como enfermedad frecuente pero infradiagnosticada o con demora en su diagnóstico, da lugar a una situación grave para muchos pacientes. Acudir a un médico es absolutamente necesario, con el fin de identificar sus principales factores de riesgo y síntomas”, comentó Dra. Solange Reynoso, especialista en dermatología y venereología.
Los aspectos físicos de la enfermedad son suficientes para considerarla como una prioridad de intervención, diagnóstico y tratamiento, pero a esto se suma el impacto psicológico y emocional en los pacientes, lo que genera una mayor complejidad en su manejo, aseguran los facultativos.
Como recomendaciones encaminadas a reducir situaciones desencadenantes de brotes, se sugiere l uso de ropa holgada, la suspensión del tabaco, la reducción de peso, el control de factores de riesgo cardiovascular, reducir la exposición al calor y la humedad y el evitar el uso de irritantes en la zona afectada.
Estas medidas deben ir acompañadas de un adecuado apoyo psicológico, que en ocasiones requerirá de atención especializada, dicen los especialistas.
Aunque no existe cura para la HS, los tratamientos de esta enfermedad varían y se basan en sus síntomas, desde cirugía para abrir o drenar los bultos o “forúnculos”, hasta medicamentos tópicos y sistémicos (síntesis química y biológicos), disponibles en el país para mejorar la calidad de vida, reducir los brotes existentes y evitar que estos se presenten nuevamente.
“No obstante, es importante que los pacientes visiten a su dermatólogo y conversen sobre sus objetivos de tratamiento para trabajar juntos y encontrar el plan de tratamiento óptimo que les brinde la oportunidad de lograr una mejor calidad de vida y evitar los efectos a largo plazo de la enfermedad”, recomiendan los especialistas.
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