La Organización Panamericana de la Salud señala que la alta transmisión en Estados Unidos, Canadá, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México, denota la necesidad de implementar una serie de medidas de salud pública como realizar un gran número de pruebas y mantener el distanciamiento social, entre otras.
Redacción (ONU-PRESS).-La directora general de la Organización Panamericana de la Salud advirtió este martes de que existe un verdadero peligro de que se produzca un brote a gran escala de COVID-19 en Haití, al que seguiría una crisis humanitaria. Al mismo tiempo, señaló que se está doblando el número de casos del coronavirus en cuestión de días en muchas zonas de la región.
Carissa Etienne destacó en rueda de prensa que, aunque solo hubo 100 casos y 11 muertes comunicados hasta el momento en Haití, un tercio son de transmisión local y la probabilidad de que continue la propagación es extremadamente alta.
«Ya han regresado 17.000 haitianos de la República Dominicana, donde hay transmisión comunitaria y se espera que este número llegue a 55.000 en dos o tres semanas», especificó.
La máxima responsable de la Organización señaló que no hay la suficiente conciencia en las comunidades sobre la amenaza que representa la COVID-19 y que es extremadamente difícil establecer el distanciamiento social adecuado en la nación caribeña.
«La mayoría de los haitianos no tienen acceso a agua potable y saneamiento, y muchos viven en hogares atestados donde la cuarentena y el aislamiento son un reto. Además, existe el riesgo de que la creciente inseguridad alimentaria provoque hambruna».
A estos factores hay que añadirle la delicada situación política en el país, los disturbios civiles o las limitaciones de un sistema sanitario que ofrece pocas camas para el tratamiento de los pacientes con coronavirus, tiene un número insuficiente de profesionales sanitarios y un número inadecuado de equipos de protección
Se dobla el número de casos en muchos países
Por otro lado, la directora de la Organización también advirtió este martes que en muchas zonas de la región se está doblando el número de casos del coronavirus en cuestión de días.
«En Estados Unidos, Canadá, Brasil, Ecuador, Perú, Chile y México vemos como se duplican los casos en cuestión de cuatro días o menos», destacó Etienne quien calificó el dato como preocupante.
Añadió que el dato denota que la transmisión es muy alta en estas naciones y la necesidad de implementar una serie de medidas de salud pública como realizar un gran número de pruebas, el rastreo de contactos, el aislamiento de los casos y el distanciamiento social.
Etienne indicó que hasta el 4 de mayo el número de afectados en la región por el coronavirus es de 1,4 millones y el de fallecidos se encuentra alrededor de 80.000.
Al mismo tiempo, señaló que la Organización Panamericana de la Salud trabaja estrechamente con todos los países de la región para identificar las tendencias específicas de contacto y especificó que en sus países «hay un mosaico de escenarios epidemiológicos diversos».
Panorama regional
En Estados Unidos, México y Canadá se está experimentando la transmisión comunitaria de la enfermedad. En concreto, se sintió alentada por la reducción en el número de hospitalizaciones en la ciudad de Nueva York, aunque especificó que el número de hospitalizaciones y fallecimientos de personas mayores en esa ciudad y en otras zonas fueron sumamente altas.
En Centroamérica, indicó que solamente un país había comunicado la transmisión comunitaria, pero que esa nación es la que está haciendo más pruebas en la subregión, y que en todos los demás países de la región vemos grupos de casos.
«No obstante, si bien hay indicios de que la incidencia general -la tasa de nuevos casos- empieza a mostrar los efectos de las medidas de control aplicadas por los gobiernos, es imprescindible que aumenten los análisis en algunos de los países de la subregión para garantizar una imagen más clara de la situación», destacó.
En relación con América del Sur destacó que siete de cada diez países están experimentando transmisión comunitaria y que se observan importantes variaciones en las tasas de transmisión y su impacto por las medidas de control implementadas desde el principio.
«Algunos de los países de la región están luchando contra los brotes en grandes ciudades, como Guayaquil (en Ecuador) y Manaos y Sao Paulo (en Brasil), y existe una creciente preocupación por el aumento de los casos que se notifican en las ciudades más pequeñas, donde la capacidad hospitalaria es limitada».
Instrucciones para la desescalada
Aunque Etienne destacó que cada país se enfrenta a diferentes especificidades les instó a:
- Ser cautelosos a la hora de iniciar la desescalada o relajación de las medidas de cuarentena ya que levantar las restricciones demasiado pronto podría acelerar la propagación de la enfermedad y dar paso a un drástico aumento o la propagación en áreas contiguas
- Basar las decisiones sobre políticas en los datos recopilados, analizando la tasa de nuevos casos y muertes, evaluando la capacidad de camas del hospital, y determinado lo que nos dicen sobre la propagación del virus
- Pensar localmente. Aunque es necesaria la unidad nacional y la solidaridad regional, se debe luchar contra la COVID-19 a nivel local ya que no todas las comunidades se ven afectadas de la misma manera y la capacidad del sistema sanitario también es muy diversa. Basándose en las pruebas y en las orientaciones proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud cada país debe ajustar su enfoque a lo que está sucediendo en cada distrito, ciudad o estado.
Buenas prácticas y posibles tratamientos
Interrogado sobre qué países hicieron un mejor trabajo de contención y en el manejo de pacientes desde el inicio de la crisis, el doctor Marcos Espinal, el director del departamento de Enfermedades Transmisibles de la OPS, destacó que hay buenas prácticas en la gran mayoría de los países de la región, pero citó el incremento del número de pruebas en Chile, Perú (los dos primeros con 11.000 pruebas por cada millón de habitantes) y Panamá (con 8000).
En cuanto a reducción, disminución o prevención de la mortalidad mencionó el trabajo loable de Costa Rica, pero advirtió como desafío que varios países en Centroamérica están rezagados en el número de pruebas.
Con relación a los tratamientos médicos emprendidos por varios países, Espinal recordó que todavía no hay ningún medicamento que haya demostrado su eficacia contra la Covid-19, aunque hayan demostrado efectividad para otras enfermedades, ya que puede crear más daño el uso de un medicamento no autorizado, como el uso inapropiado de hidroxicloroquina.
«Hay que ser cuidadoso y todo medicamento que se use debe ser seguido muy estrictamente para evitar mayor daño que beneficio. Los medicamentos vendrán, pero debe agotarse el proceso de los ensayos clínicos. Hay que recordar que las agencias reguladoras de cada país deben verificar la información, y tan pronto los medicamentos demuestren su eficacia los organismos como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud procederemos a las recomendaciones pertinentes.»
Situación en Ecuador
Sobre la situación en Guayaquil, Ecuador, y la presencia de cadáveres en las calles, el doctor Ciro Ugarte, director de emergencias sanitarias de la Organización, destacó que la «situación ha amainado» y que disminuyó el número de cadáveres en la mayoría de las morgues y que se observa un adecuado manejo en muchos lugares.
«Existen algunos pocos lugares donde esta situación todavía se mantiene con dificultad. Sin embargo, todavía hay necesidad de fortalecer esa capacidad en otros lugares del país y, en realidad, en muchos países».
Finalmente, resaltó la heroicidad del personal sanitario en Guayaquil ante el incremento masivo de casos y la difícil situación a la que se enfrentaron.
La ONU entrega material médico y comida en Ecuador
En Ecuador, donde según los datos oficiales, 1569 personas han muerto y hay casi 32.000 casos confirmados, la ONU está apoyando la respuesta del Gobierno repartiendo material médico y
Según un comunicado del sistema de la ONU en el país, la pandemia está afectando especialmente a las mujeres, niños, personas mayores y refugiados y migrantes entre otros grupos vulnerables.
La ONU ha repartido cerca de 80.000 unidades de materiales médicos como mascarillas, batas, guantes y gel de alcohol y ha entregado más de 2000 paquetes de alimentos en Quito.
Ahora se está coordinando la entrega de 50.000 paquetes más para los barrios populares de Guayaquil, el epicentro de la epidemia en el país.
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