A Pleno Sol
La campaña política con miras a las votaciones del próximo año, ya se inició. Todos los grupos partidistas están en medio de las calles tratando de impulsar a sus candidatos.
La primera ronda electoral será para alcaldes y regidores, pero sobre ese proselitismo municipal ya se levanta la voz de los tres que aspiran a la presidencia de la República.
Todo indica que las primarias que tienen fijadas los partidos, serán sencillamente para oficializar a candidatos que ya están señalados por el dedo de los dirigentes.
En medio de la turbamulta que trata de conseguir cargos electorales a como de lugar, el liderazgo, sin ponerse de acuerdo entre si, sigue el mismo dictado, poner en acción el dedo índice, antes que correr el riesgo de un gran desorden.
No hay nada más negador de la democracia interna de los partidos, que la selección de los candidatos a regidores, alcaldes, diputado y senadores. En la mayoría de las ocasiones los méritos propios poco importan.
Hoy los candidatos no pueden ir levantando la bandera de la simple popularidad, sino exhibiendo quien es su patrocinador, o que tienen en la faltriquera los recursos de su campaña.
Ante la realidad irreversible, la Junta Central Electoral (JCE), lo mejor que puede hacer es dejar pasar y dejar hacer, no es momento de mostrar debilidades, sino de saber navegar en la corriente de manifestaciones rompiendo con la tesis de que la campaña no ha comenzado.
La JCE demostró debilidades, flaqueó, cuando tenía que demostrar fuerzas y verticalidad, sobre la campaña electoral ejecutada a destiempo.
Tiene, a pesar de ese tropezón, la plena confianza del pueblo dominicano, para dirigir todo el proceso electoral, respetando el ordenamiento democrático y actuando con equidad y justicia.
Tiene que ser imparcial, responsable, sin inclinar su balanza hacia ningún lado. Organizar el proceso y que gane el que más votos tenga. El juego democrático se centra en que se escuche la voz de la mayoría
Es hora de fijar posiciones en torno a la campaña electoral, que se debe mantener sin actos de violencia, en paz y con respeto al derecho del ciudadano. Estamos lejos de las votaciones, pero el crepitar del horno de las calles, llama a calma y paz. ¡Ay!, se me acabó la tinta.
manuel25f@yahoo.com
(El autor es periodista residente en Santo Domingo, República Dominicana).
Comentarios sobre post