Redacción (ONU-PRESS).- El secretario general de las Naciones Unidas enfatizó este viernes la necesidad de que el organismo mundial hable con el Talibán en aras de asistir al pueblo de Afganistán, dadas las circunstancias actuales.
Durante la tradicional conferencia de prensa del jefe de la ONU antes del inicio de un nuevo periodo de sesiones de la Asamblea General, António Guterres abordó numerosos temas de interés mundial como la pandemia de COVID-19, el cambio climático y los conflictos en varios países. Pero Afganistán fue el tema que captó la atención de los periodistas y dominó el encuentro.
Con respecto a ese país, Guterres informó que la Organización mantiene un contacto permanente con las autoridades de facto y adelantó que pronto definirá “el nivel adecuado de la interacción, tomando en cuenta todos los aspectos de la situación actual”.
El titular de la ONU aclaró, no obstante, que este intercambio no implica que se esté reconociendo a ese grupo como el nuevo gobierno afgano.
“El reconocimiento de un gobierno no lo hace el Secretariado de la ONU, sino los Estados miembros y los órganos de la ONU. Pero tenemos interacción permanente con los talibanes y creemos que actualmente es esencial un diálogo con ellos”, dijo.
Evitar un colapso económico
Explicó que en estos momentos es fundamental evitar tanto el colapso de la economía afgana como un mayor sufrimiento de la población y argumentó que la interacción con los talibanes tiene ese sentido.
El titular de la ONU afirmó que el derrumbamiento total de la economía afgana no beneficiaría a nadie y que, por lo mismo, es crucial encontrar excepciones a las medidas y sanciones que han impuesto algunos Estados y el Consejo de Seguridad.
Tras reconocer la complejidad de la situación, consideró imperativo “hallar formas, excepciones o mecanismos que permitan inyectar dinero a la economía para evitar que quiebre”.
No significa ningún reconocimiento
“Eso no significa reconocer nada, ni haber tomado una decisión en particular, significa buscar maneras de que lleguen flujos suficientes de recursos para evitar el colapso”, recalcó.
Como ejemplo de la gravedad de la crisis, citó que la ONU no puede pagar los salarios a sus empleados.
“Es urgente que encontremos formas de evitar una catástrofe para el pueblo de Afganistán que, además, causaría inestabilidad y favorecería a los grupos terroristas que operan ahí”, advirtió Guterres.
Al reiterar que el compromiso de la ONU es con el pueblo afgano, recordó que el organismo tiene presencia en el país desde 1947 y que su labor humanitaria es básica para aliviar las condiciones desesperadas de la gente.
En el mismo tenor, aseveró que la Organización seguirá apoyando y promoviendo los derechos de las mujeres y los derechos humanos en general en Afganistán. “Es importante que le digamos al Talibán lo que pensamos”, apuntó e invitó a todos los Estados a respaldar este mensaje.
Sin cambio de mandato por ahora
Con respecto a un posible cambio de mandato de la Misión de Asistencia de la ONU en Afganistán (UNAMA), señaló que por el momento se debe hacer sólo una prolongación técnica para dar tiempo a observar cómo se desarrollan los acontecimientos y evaluar cuál debe ser el papel de las Naciones Unidas en la nueva realidad del país.
“Una decisión así es prudente para tener una perspectiva más clara del futuro, que necesariamente tendrá que ser diferente”, abundó.
El mandato actual de la UNAMA deberá renovarse la semana próxima.
Debate con formato híbrido
Por otra parte, cuando se le preguntó el formato del Debate de Alto Nivel de la Asamblea General, que comenzará el próximo 21 de septiembre, el Secretario General respondió que confía en que por medio de la tecnología se pueda minimizar el aspecto negativo de no celebrar el evento con la presencia completa de las delegaciones de los Estados miembros a causa de la pandemia de COVID-19.
Guterres consideró que nada puede remplazar los contactos y el diálogo que se establece al estar todos presentes durante el periodo del Debate; sin embargo, aceptó que actualmente lo que tiene sentido es un formato híbrido presencial y virtual.
“No es la mejor solución, pero intentaremos que sea la segunda mejor opción, movilizando todos nuestros recursos para permitir la máxima interacción entre los Estados miembros”, acotó.
En este contexto, agradeció el ofrecimiento de la ciudad de Nueva York de vacunar a todos los delegados interesados que viajen para asistir al cónclave y pugnó por encontrar una solución semejante con la intención de que no se suspenda la reunión COP26 sobre el cambio climático programada para fin de año en Glasgow, Escocia.
“Retrasar la COP26 no es buena idea. Por lo tanto, exhorto a realizar un esfuerzo para sortear los problemas con las vacunas. (…) Antes de pensar en la posibilidad de más retrasos, los retrasos ya han sido muchos y la cuestión es muy urgente, creo que debería haber un esfuerzo adicional para abordar el aspecto de la vacunación”, puntualizó Guterres.
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