Redacción (ONU-PRESS).- El secretario general, António Guterres, expresó su decepción por el hecho de que los Estados no pudieran llegar a un consenso para fortalecer el emblemático Tratado de No Proliferación, ha asegurado hoy su portavoz, Stéphane Dujarric, en un comunicado.
Tras cuatro semanas de intensos debates en la sede de la ONU en Nueva York, la Décima Conferencia de Revisión de las Partes del TNP terminó a última hora del viernes sin un documento final porque Rusia se opuso a un texto que abordaba su control de las instalaciones nucleares ucranianas.
Tras expresar su decepción, Guterres resaltó la necesidad de dialogar para reducir la amenaza nuclear a través de este tratado que tiene 52 años de antigüedad.
Riesgo elevado
Aunque el responsable de la ONU celebró el compromiso sincero y significativo de las partes, y el hecho de que la Conferencia reconociera el TNP como la «piedra angular» del régimen mundial de desarme y no proliferación de las armas nucleares, lamentó que no pudiera abordar los acuciantes desafíos que amenazan la seguridad colectiva mundial.
«El tenso entorno internacional y el mayor riesgo de que se utilicen armas nucleares, por accidente o por error de cálculo, exigen una acción urgente y decidida. El Secretario General hace un llamamiento a todos los Estados para que utilicen todas las vías de diálogo, diplomacia y negociación para aliviar las tensiones, reducir el riesgo nuclear y eliminar la amenaza nuclear de una vez por todas», dijo Dujarric.
«Un mundo libre de armas nucleares sigue siendo la máxima prioridad de desarme de las Naciones Unidas y un objetivo con el que el Secretario General sigue firmemente comprometido», añadió.
Retrasos y frustración
El Tratado de No Prolifereración, que entró en vigor en marzo de 1970, es el único compromiso vinculante con el objetivo del desarme por parte de los Estados que oficialmente almacenan armas nucleares.
Está organizado en torno a tres pilares -desarme, no proliferación y usos pacíficos de la energía nuclear- y 191 países se han adherido al Tratado.
Las conferencias de revisión se celebran cada cinco años. La sesión de 2015 también terminó sin un documento final, mientras que la de 2020 tuvo que ser pospuesta debido a la pandemia de COVID-19.
El embajador de Argentina, Gustavo Zlauvinen, presidente de la Conferencia de Revisión, dijo a los periodistas que estaba «frustrado», porque las partes no adoptaron un documento final por consenso.
La «sombra» de la guerra de Ucrania
Zlauvinen dijo que sabía que las perspectivas eran «muy escasas» incluso antes de que comenzaran los procedimientos, dadas las opiniones divergentes sobre cuestiones como los compromisos pasados en materia de garantías de seguridad.
«Pero la invasión de Ucrania por parte de Rusia en febrero ha exacerbado esas tensiones, y sabíamos que la guerra en Ucrania iba a ensombrecer la Conferencia de Revisión», dijo en una conferencia de prensa el viernes por la noche.
La última sesión plenaria se retrasó y posteriormente se suspendió durante varias horas, dijo, debido a las negociaciones de última hora, en particular con la delegación rusa, que no podía aceptar el texto «a menos que se introdujeran cambios muy importantes en el lenguaje con respecto a la situación de las instalaciones nucleares ucranianas bajo control ruso».
Zlauvinen trató de ver si otras delegaciones aceptarían este lenguaje, «y no fue el caso».
No obstante, consideró que, en general, la Conferencia de Revisión había sido «significativa». Las delegaciones se dedicaron a debatir cuestiones muy complejas, y la falta de un documento final no mermó su trabajo.
«Es como si tuviéramos una película durante cuatro semanas, pero no pudiéramos hacer una foto al final de la película», dijo. «Así que no tener la foto de eso no refleja que la película no haya existido».
Redoblar esfuerzos
Por su parte, la alta representante de la ONU para Asuntos de Desarme, Izumi Nakamitsu, también se dirigió a los periodistas y, al igual que el Secretario General, se mostró decepcionada por el resultado.
«El borrador final no era, por supuesto, un documento perfecto. Todos lo sabíamos. Pero la inmensa mayoría de los Estados consideraron que seguiría siendo de interés para la comunidad internacional», dijo.
«Por lo tanto, nuestro reto ahora es asegurarnos de que empezaremos desde aquí y, si se quiere, redoblar nuestros esfuerzos para asegurarnos de que los esfuerzos hacia el desarme nuclear serán, de hecho, revigorizados».
Nakamitsu subrayó que, si bien es la segunda vez consecutiva que la Conferencia termina sin un resultado consensuado, el Tratado no se derrumbará ni sufrirá daños inmediatos.
«Sin embargo, creo que tenemos que asegurarnos de que vamos a invertir esta tendencia de que la confianza en este régimen del Tratado de No Proliferación siga bajando. Tenemos que invertir la frustración», dijo.
«Y para que eso ocurra, tenemos que asegurarnos de que habrá compromisos serios y sustanciales entre los Estados con armas nucleares y los Estados sin armas nucleares, y por supuesto, muy importante, también entre los propios Estados con armas nucleares».
Comentarios sobre post