Antes de que el Partido Revolucionario Moderno anunciara la candidatura a senador del Distrito Nacional del doctor Guillermo Moreno García, era percibible esa decisión a partir de las diatribas desatadas por la vocinglería peledeísta (sobre todo los verdes) contra este competente profesional.
Le sacaliñaron que fue nombrado procurador fiscal del Distrito Nacional por el entonces presidente de Leonel Fernández y, sin embargo, no apoya las pretensiones de ese candidato a volver a la presidencia de la República. También le han sacado los cargos desempeñados por la esposa y los hijos de Moreno.
Moreno es presidente de Alianza País y aspirante presidencial. Y es evidente que sacrifica sus aspiraciones para apoyar la reelección del presidente Luis Abinader y ha aceptado ser candidato a la senaduría. Las circunstancias actuales conducen a los dominicanos sensatos a apoyar al mandatario. Abinader tomó el Gobierno en las peores circunstancias y lo ha conducido de la mejor manera.
Resulta conveniente y hasta inevitable, que dirija el Estado dominicano en el próximo cuatrienio para rescatarlo plenamente de la bancarrota moral y financiera en que lo sumergieron los 16 años de gobierno peledeísta.
Guillermo Moreno tiene a su favor que la crítica más sostenida en su contra consiste en señalar que aparece sólo en tiempo de campaña electoral. Quienes le adversan no reparan en que los políticos también deben realizar trabajo productivo para ganarse dignamente la vida y sostener a su familia.
Ciertamente, hay políticos que no trabajan y exhiben modos de vida muy holgados a la vez que muestran vehículos lujosos y viviendas suntuarias, en franca contradicción con sus prácticas laborales. Moreno es abogado en ejercicio y docente de una importante universidad donde también desempeña funciones ejecutivas.
Vale recordar que Moreno cuenta entre sus ascendientes con dos expresidentes de la República y con un destacado poeta. El presidente Manuel Jimenes, quien gobernó la República Dominicana en 1848-1849, fue el padre de Juan Isidro Jimenes Pereyra, presidente en dos ocasiones, la última de ellas en 1914.
Jimenes Pereyra fue el abuelo del poeta Domingo Moreno Jimenes, ya que su hija Josefa Jimenes se casó con Juan Isidro Moreno, padre del creador del Postumismo. Jimenes Pereyra figura en la historia dominicana como uno de los gobernantes más honestos.
La función de senador, como indica el origen de la palabra, corresponde a gente madura. Los muchachos deben desfogarse en la Cámara de Diputados, otrora llamada Tribunado, concebido para que la gente se manifieste y se desahogue. Sabemos por un viejo y sabio dicho que a su tiempo maduran las frutas, así también a su tiempo madura un senador.
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(El autor es periodista y escritor residente en Santo Domingo, República Dominicana).