San Juan (Puerto Rico).- La tripulación del guardacostas Joseph Doyle repatrió el sábado a 71 migrantes a San Pedro de Macorís, República Dominicana, luego de la intervención de un viaje de migración irregular ilegal en el Pasaje de la Mona.
Asimismo, el lunes, el guardacostas Joseph Tezanos repatrió a otro migrante de este caso, a un buque de la Armada de la República Dominicana, cerca de Punta Cana.
La intervención se produjo después de que el jueves por la noche, la tripulación de un avión del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza detectara una embarcación improvisada muy sobrecargada en aguas del Pasaje de Mona al suroeste de Aguadilla, Puerto Rico. La embarcación sospechosa transitaba desde República Dominicana para ingresar a Puerto Rico.
Desde en el Sector San Juan desviaron al Guardacosta Joseph Doyle para interceptar la embarcación sospechosa y una vez en el lugar, la tripulación detuvo el barco y embarcó a los migrantes de forma segura. Del grupo, 68 de los inmigrantes afirmaron ser ciudadanos de la República Dominicana, mientras que otros cuatro aseguraron que eran ciudadanos haitianos.
«La Guardia Costera trabaja diariamente con nuestros socios locales, federales y de la Armada de la República Dominicana en nuestra determinación compartida de detener los viajes de migración marítima ilegal en el Pasaje de la Mona», dijo el comandante. Gerard Wenk, jefe de respuesta del Sector de San Juan de la Guardia Costera.
Wenk insistió en que los inmigrantes no deberían hacerse a la mar ya que se trata de un viaje «sumamente peligroso que pondrá en riesgo sus vidas. Estos viajes son muy inestables y corren el riesgo de zozobrar, ya que en su mayoría se realizan a bordo de embarcaciones no aptas para navegar y muy sobrecargadas, que continuamente se llenan de agua y tienen poco o ningún equipo de salvamento».
La Guardia Costera reiteró que a los migrantes que sean interceptados en el mar o detenidos en tierra no se les permitirá permanecer en los Estados Unidos ni en uno de sus territorios. Además, cualquier persona que llegue ilegalmente puede ser declarada no elegible para opciones de permiso de inmigración legal y ser repatriada a su país de origen o devuelta al país desde donde partió el viaje.