San Juan (Puerto Rico).- La Guardia Costera repatrió que a la República Dominicana, a 18 migrantes, entre el sábado y este martes, luego de intervenir con un viaje ilegal frente a las costas de Cabo Rojo, Puerto Rico.
Explicó que mientras se encontraba en una patrulla de rutina en el Pasaje de Mona el viernes en la mañana, la tripulación de un avión de control marítimo del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza detectó un viaje de inmigrantes ilegales, cerca de la costa de Cabo Rojo, Puerto Rico.
Agregó que el guardacostas Richard Dixon y una unidad marina de las Fuerzas Unidas de Rápida Acción (FURA) de la Policía de Puerto Rico, respondieron para interceptar la embarcación sospechosa y poco después, la tripulación de la Policía detuvo la embarcación improvisada de 25 pies que transportaba a 13 hombres adultos, cuatro mujeres y un menor de 17 años.
La tripulación del Richard Dixon embarcó a los migrantes desde la embarcación improvisada. Una vez a bordo del barco de la Guardia Costera, todos los migrantes recibieron comida, agua y atención médica básica. Durante la intervención, los miembros de la tripulación de la Guardia Costera fueron equipados con equipo de protección personal para minimizar la exposición potencial a cualquier posible caso de Covid-19, aunque no se informó de que ningún migrante tuviera síntomas relacionados al coronavirus.
El Richard Dixon y el guardacostas Heriberto Hernández realizaron la repatriación del grupo hacia la República Dominicana.
La Guardia Costera dijo que la intervención es el resultado de los esfuerzos en curso de múltiples agencias en apoyo de la Operación Guardia del Caribe y el Grupo Interagencial Fronterizo del Caribe (CBIG).
«Quienes participan en un viaje de inmigrantes ilegales para cruzar el Pasaje de la Mona corren el riesgo de perder la vida, y es realmente triste y desafortunado cuando encontramos a menores participando en estos viajes», dijo el comandante Beau Powers, jefe de respuesta del Sector San Juan de la Guardia Costera.
Powers exhortó a los padres, amigos y seres queridos de cualquiera que quiera participar en un viaje ilegal, imploren que no se embarquen en el mar, ya que los peligros son simplemente enormes y destacó que esas embarcaciones improvisadas, que no están en condiciones de navegar y a menudo están muy sobrecargadas, podrían volcarse o hundirse fácilmente sin darle una posibilidad de supervivencia mínima o casi nula a los migrantes.
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