Por Arnold Enns
“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús” Filipenses 2:5
Demasiadas veces somos afectados por situaciones inevitables. El auto que no arranca y llegas tarde a una cita. Querías salir de paseo y comenzó a llover. Tal vez has perdido a un ser querido en tu vida. Son situaciones inevitables y no tenemos control sobre ellas.
No podemos controlar muchas situaciones en nuestra vida. Pero hay algo que si podemos controlar y es como reaccionamos hacia ellas. Es ahí donde Pablo dice que tenemos que tener el mismo sentir que hubo en Cristo Jesús. Este sentir no viene por así nomas y hay que tomar algunas acciones específicas.
Cambia tu forma de pensar: Ese es el primer paso para ser transformado por la gracia de Dios. Romanos 12:2 dice “dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar”. Esto es metamorfosis. Cambiar de pensar como una oruga y comenzar a pensar como una mariposa. Es como entrar en el capullo de la gracia de Dios y ser transformado por El para libertad.
Elige enfocarte en los demás: Una forma muy efectiva para tratar con el síndrome de “victimitis”, donde yo siempre soy la víctima, es comenzar a pensar en los demás. Pablo dice en Filipenses 2:4 “no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”. Para experimentar la gracia transformadora de Dios debo adquirir una perspectiva de las necesidades de otras personas y cuando hago esto me doy cuenta de lo bendecido que soy.
Desiste en pensar abandonar la carrera: Tal vez hayas tenido ya un par de días difíciles y luego vino una situación inevitable y se colmó el vaso. Es más fácil salir de una habitación que quedarse y resolver un conflicto. Rechaza el pensamiento de abandonar y esfuérzate por lo que vale la pena.
Prepara un plan para crecer: El Salmo 119:11 dice “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti”. La gracia transformadora de Dios comienza a operar en el momento que permito que su palabra haga raíces en mi corazón.
Concepto importante
La adversidad ayuda a promover la resistencia. Cuando surgen los inevitables en nuestra vida, al soportarlos, podemos dar un paso más en nuestro camino hacia la madurez. Como dice en Filipenses 3:13 “fijo la mirada en lo que tengo por delante”.
Para hacerle frente a los inevitables en nuestra vida debemos enfrentar los pensamientos que pensamos. Los pensamientos no son libres, sino que tenemos que mantenerlos cautivos y la única manera de hacerlo es sujetándolos a Cristo y Su palabra.
La gracia transformadora de Dios es un regalo de parte de Dios, pero no se trata de una gracia barata. Debo de hacer un esfuerzo personal por no abandonar la carrera y hacer un plan para crecer en mi relación con Dios.
Motivo de oración
Señor Jesús hoy vengo delante de ti para darte las gracias por tu gracia y perdón. Hoy vengo a consagrarme delante de ti para que cambies mi manera de pensar. Me comprometo a ayudar a otros y a no abandonar la carrera.
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