Por José Hernández
En ruta a convertirse en un hub logístico regional en el caribe, la República Dominicana, ha apostado por las zonas francas y el nearshoring, aprovechando su posición estratégica en el caribe y su cercanía con Estados Unidos.
De acuerdo con proyecciones del Banco Interamericano de desarrollo (BID), en el corto y mediano plazo, las oportunidades del nearshoring para América Latina y el Caribe, podrían representar un aumento de hasta US$78.000 millones de dólares en nuevas exportaciones de bienes y servicios.
La visión principal del gobierno que encabeza el presidente Luis Abinader, de la mano del Ministro de Industria, Comercio y Mipymes, Víctor «Ito» Bisonó, ha representado un importante esfuerzo para promover y atraer nuevas inversiones, abrir nuevos mercados mejorando las infraestructuras de comercio, conectividad, trasporte y logística del país.
Por eso la República Dominicana está concretizando y profundizando sus relaciones hemisféricas, para ofrecer un mercado más ampliado sin fricciones y más competitivos, redoblando esfuerzos para seguir ampliando los acuerdos comerciales.
En medio de la guerra comercial entré China y Estados Unidos, las oportunidades del nearshoring representan para la República Dominicana, la creación de nuevas fuentes de empleos, el incremento de las exportaciones y el desarrollo en materia de inversión económica.
(El autor es licenciado en contabilidad).
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