San Juan (Puerto Rico).- La gobernadora Wanda Vázquez Garced informó que enmendó la orden ejecutiva que declara el estado de emergencia en la isla para disponer el cierre de todo negocio el Viernes Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección.
Sólo se permitirá la apertura de gasolineras para el despacho de combustible y las farmacias con recetario, medidas que aseveró fueron tomadas por recomendación del Grupo de Trabajo Médico ante la situación del Covid-19.
La medida de cierre incluirá a los bancos, supermercados, ferreterías, comercios de venta de alimentos preparados y al detalle, entre otros. Esta semana esos establecimientos solo podrán operar desde este lunes hasta el jueves.
Vázquez Garced advirtió en una conferencia de prensa que las personas solo podrán salir de su hogar si tiene alguna emergencia o por algún servicio esencial.
Igualmente, ante las extensas filas que se observaron este fin de semana en cadenas de comercios, la gobernadora sugirió que deberán tomar medidas para que no acepten ningún cliente que no tenga cubierta su boca para evitar contaminación, y deberá haber una fila especial para los envejecientes.
También reiteró que se debe mantener la política de distancia de 6 pies entre una persona que se encuentre en las filas y admitir en los establecimientos a una persona por familia, con la excepción de que esté acompañando a un envejeciente o una persona con discapacidad.
Vázquez Garced precisó que los empleados también deben estar protegidos y pendientes a que las personas guarden distancia, y los negocios deben disponer de estaciones deben tener estaciones de “hand sanitizer” para los clientes.
Al mismo tiempo, la gobernadora también advirtió que las reuniones que se han efectuado en urbanizaciones con control de acceso no están permitidas, están prohibido, porque la orden ejecutiva no las excluye, «no pueden darse esas reuniones».
Dijo que tienen conocimiento de que se reúnen de 20 a 25 personas, lo que recordó propicia el contagio del Coronavirus entre los mismos familiares, y no está permitido es una violación, «no importa que esté en su casa», y se exponen a una multa de 5 mil dólares o seis meses de prisión, o ambas penas a la vez, a discreción del tribunal.
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